La moguereña Eva Moro nos cuenta su experiencia como voluntaria en un archipiélago de Nicaragua

Eva es la menor de siete hermanos.
Eva es la menor de siete hermanos.

Mari Paz Díaz. Eva Moro es la menor de 7 hermanos, por lo que está acostumbrada a formar parte de una gran familia, ya que también tiene 18 sobrinos, además de «muchos amigos, de los de verdad», así que se siente «muy afortunada por tener tanta gente maravillosa a mi lado».

Natural de Moguer, estudió en el colegio Pedro Alonso Niño, primero, y, después, en el IES Juan Ramón Jiménez de la localidad. Luego eligió LADE en la Facultad de La Merced de la Universidad de Huelva, unos estudios universitarios que le permitieron trabajar desde que finalizó la carrera entre Moguer, Huelva y Mazagón, por tanto, ligada a esta provincia y los suyos.


Festival de Cine de Huelva

Eva siempre se ha creído que había que luchar por conseguir un mundo mejor.
Eva siempre ha creído que había que luchar por conseguir un mundo mejor.

De forma paralela, Eva siempre ha creído necesario luchar por conseguir un mundo mejor, más justo, más igualitario. Por este motivo, se interesó desde muy pronto por el voluntariado, campo en el que tuvo pequeñas experiencias. Fue así como comenzó a colaborar con la ONG ‘Tareas Solidarias’, lo que le permitió acceder al Programa de Voluntariado Internacional de la Diputación de Huelva, gracias al que ha estado durante más de quince meses en el archipiélago de Solentiname (Nicaragua). Una experiencia única que ha querido compartir con todos los lectores de Huelva Buenas Noticias a través de esta entrevista.

Eva quería ver otros mundos con sus propios ojos.
Eva quería ver otros mundos con sus propios ojos.

-Eva, ¿cómo te surgió la oportunidad de marcharte a Nicaragua?
-Para conocer el mundo hay que salir de nuestras costumbres, de nuestro entorno, quitarnos las vendas de los ojos y mirar con el corazón. No quería que me lo contasen, quería conocer cómo se vive en otros lugares tan alejados de nuestras comodidades, quería sentir y ponerme en la piel del otro, quería aportar mi granito de arena en conseguir un mundo más justo e igualitario.


Puerto de Huelva

La onubense asegura que en los últimos meses ha vivido en un auténtico paraíso.
La onubense asegura que en los últimos meses ha vivido en un auténtico paraíso.

-Pero no se trata de tu primera estancia en el extranjero…
-No, pero sí es la estancia más larga. Tuve la oportunidad de disfrutar de una beca Leonado y estuve casi 4 meses estudiando y haciendo prácticas en pleno corazón de París. Luego también estuve 15 días de voluntariado en Marruecos.

-En Nicaragua, ¿cuál ha sido tu lugar de residencia?
He vivido en un pequeño paraíso, en la isla mayor de un conjunto de 36 que forman el Archipiélago de Solentiname, al sur del gran lago Cocibolca, en Nicaragua (Centroamérica). Así que al ser un país latino no he tenido ningún problema con el idioma. Mi andaluz natal se ha mezclado con las expresiones únicas.

Considera que la experiencia ha sido 100% positiva en todos los aspectos.
Considera que la experiencia ha sido 100% positiva en todos los aspectos.

-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
-Mi experiencia personal es 100% positiva. Vivir tan lejos de casa, con costumbres tan distintas, sin tantas comodidades, sin conexión inmediata, viendo cómo la gente vive al día, te cambia la vida. Se aprende a valorar las pequeñas cosas de la vida, a no agobiarse por tonterías, a relativizar. Profesionalmente también he aprendido mucho, sobre todo a manejar situaciones difíciles y a no dejarme vencer por la frustración.

Ha aprendido a vivir sin energía electrica y sin agua potable.
Ha aprendido a vivir sin energía eléctrica y sin agua potable.

-¿Cómo es vivir en Solentiname?
-Todo es bien distinto a España, y más en este sitio tan particular donde no llega la energía eléctrica ni el agua potable. Cambian los horarios, te adaptas a levantarte y acostarte con la luz solar, aunque algunos dispongamos de luz con placas solares, que cuando llueve no se cargan. Te acostumbras a vivir sin cobertura y buscarla en caso de necesidad en un determinado punto, sin televisor, hasta sin frigorífico -y mira que siempre hace calor- y a lavar la ropa a mano a orillas del lago.

Ha aprendido a comer y cocinar la comida local.
Ha podido comer y cocinar la comida local.

-¿Cuál ha sido tu ciudad de residencia?
-He vivido en la comunidad El Refugio, de la isla Mancarrón, donde hace unas décadas el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal fundó una comunidad al principio de contemplación, pero donde se vivía los principios cristianos de igualdad y donde surgieron los primeros revolucionarios que lucharon por una Nicaragua libre de la opresión de la dictadura somocista.
Hay 25 casas, unas 120 personas entre mayores y niños. Mi vivienda era una pequeña cabaña con una bombilla y un baño, todo un lujo. Las comidas las hacía con las familias, sobre todo con la mía, donde a veces cocinaba. La base de la alimentación era el ‘gallopinto’ (arroz y frijoles), junto con una ‘mejora’ (acompañamiento), que puede ser la cuajada (como queso fresco), las tajadas (plátano frito), el guineo cocido (un tipo de plátano cocido), o si había suerte algún guiso de pollo.

Ha estado muy compenetrada con la población del archipiélago.
Ha estado muy compenetrada con la población del archipiélago.

-Y sus habitantes, ¿cómo son?
Son personas sencillas, humildes, luchadoras, amables, que te abren sus casas y sus corazones. Son duros trabajadores, pero no se estresan ni se amargan como nosotros. Lo que no se pueda hacer hoy, se hará mañana. Todo tiene otro ritmo.

 -¿Cuál es la imagen que tienen de España?
Aunque la historia nos tacha como sus saqueadores, cosa que a veces nos recuerdan, la mayoría piensa que España es un país bello donde se vive muy bien, hay bastante trabajo y se gana mucho. Para ellos estamos a un nivel muy superior.

Eva ha hecho un poco de todo en Solentiname.
Eva ha hecho un poco de todo en Solentiname.

-Exactamente, ¿cuál ha sido tu función en Solentiname?
-He sido una de las coordinadoras del Programa de Desarrollo Integral ‘Huelva con Solentiname’, de la Diputación de Huelva, que lleva cooperando con este lugar desde hace 9 años. Mis tareas principales han sido la administración y el trabajo con los agricultores, para que mejoren su productividad, aunque verdaderamente he hecho de todo: actividades con niños, control de obras, acarreo de material, limpieza de pilas, pintura, etcétera…, hasta he llegado a «manejar un bote».

Sabe que su familia y amigos han estado orgulloso de ella.
Sabe que su familia y amigos han estado orgullosos de ella.

-¿Qué pensaba tu familia de tu aventura?
Que estoy algo loca. Sé que me echaban mucho de menos, pero que en el fondo se sienten orgullosos de mí y de lo que he estado haciendo.

-¿Y tus amigos?
-La mayoría me ha apoyado. Me dicen que soy valiente, porque me conocen y saben que es algo que siempre he querido hacer, aunque hay otros que piensan que estoy perdiendo el tiempo, porque no he cotizado ni he ganado dinero, condiciones que sabía de antemano y que no me preocupan.

Su próximo reto es ser madre.
Su próximo reto es ser madre.

-Hace tan sólo unos días que has regresado a casa. Una vez que acaba de finalizar esta bonita experiencia. ¿Te has marcado algún nuevo reto?
-Mi nuevo y principal objetivo ahora es personal y muy importante para mí: ¡Ser madre!

Le gustaría encontrar trabajo relacionado con lo que ha estado haciendo en Nicaragua.
Le gustaría encontrar trabajo relacionado con lo que ha estado haciendo en Nicaragua.

-Con esta idea, ¿cuáles son tus planes futuros?
Una de las cosas que he aprendido es a vivir el día a día. Mi futuro inmediato es el regreso a casa que acabo de hacer para disfrutar de mi maternidad. Mi idea es poder encontrar trabajo relacionado con lo que he estado haciendo.

Sabe que ha estado en paraíso, pero también se ha acordado mucho de Huelva.
Sabe que ha estado en el paraíso, pero también se ha acordado mucho de Huelva.

-Todo este tiempo que has estado fuera, ¿qué es lo que más echabas de menos de Huelva?
-Sobre todo a mi gente: mi familia, mis amigos y mis perros…, sus abrazos, su calor. He echado de menos los paseos por mi pueblo, salir a las terracitas y charlar con los amigos, la playa y los atardeceres. ¡Y cómo no! Las gambas, el jamón, los chocos fritos, el puchero de mi madre… La cantidad de cosas ricas que comemos aquí.

Cree que salir fuera debería ser "obligatorio".
Cree que salir fuera debería ser «obligatorio».

-Tras tu experiencia, ¿recomiendas a la gente salir fuera de España?
-Por supuesto que sí. Debería ser «obligatorio» en los planes de estudio. Te abre la mente y el corazón, te hace respetar las diferencias de los demás y a valorar lo que se tiene y a darse cuenta de lo enfermo y frívolo que es el sistema de consumismo en el que estamos atrapados.

Eva nos anima a ponernos en la piel de otros que no tienen tantas comodidas como nosotros.
Eva nos anima a ponernos en la piel de otros que no tienen tantas comodidades como nosotros.

-Pues para terminar: un mensaje a los onubenses.
La cooperación internacional sigue siendo muy necesaria, sobre todo por las injusticias que aun hoy seguimos permitiendo a los países que llamamos menos desarrollados. A pesar de la crisis que estamos viviendo, nuestras carencias no son comparables a las de estos países, donde muchas veces carecen de los derechos tan básicos como el acceso a agua potable. Lo que no les falta son grandes corazones y valores humanos, que le hacen disfrutar de las cosas más pequeñas que nos dan la felicidad y que nosotros estamos olvidando. ¡¡¡Vive la experiencia, aparta los prejuicios, ponte en la piel del otro y conoce el mundo!!!

3 comentarios en «La moguereña Eva Moro nos cuenta su experiencia como voluntaria en un archipiélago de Nicaragua»

  1. todo lo que has vivido es grandioso.tus 15 meses allí, tienen mas valor que una cotización que un dinero ganado.tu madre tiene que estar orgullosa de ti, ahora la veo poco, se lo dices de mi parte. me gustaría que dieras publicidad a tus experiencias.conozco a personas de esos países, nos quieren mucho y valoran a españa.

  2. Me alegra que nos hayas contado tu experiencia.La gente de esta sociedad de consumo no pueden comprender que existan tantísimas personas que sean tan feelices con tan poquísimas cosas.
    Felicitaciones.Un abrazo.

  3. Hola! Me llamo igual que tú y vivo en Mazagón! Creo q coincidimos una vez en un examen para Admva para el Ayto de Moguer. Me alegro mucho de que hayas podido vivir esa experiencia tan bonita y que a mucha gente le gustaría pero no se atreve o no puede. Espero volver a coincidir. Un saludo.

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