Carolina Marín se coronó en París para ganar el Open de Francia después de derrotar en la final a Shixian Wang

Carolina, con el trofeo de campeona en Francia. / Foto: Captura de TV.
Carolina, con el trofeo de campeona en Francia. / Foto: Captura de TV.
Carolina, con el trofeo de campeona en Francia. / Foto: Captura de TV.
Carolina, con el trofeo de campeona en Francia. / Foto: Captura de TV.

S. D. Carolina Marín se coronó campeona del Open de Francia de bádminton al derrotar en la final a la china Shixian Wang, ganadora de las dos últimas ediciones del torneo galo, en dos sets: 21-18 y 21-10, en 45 minutos.

Marín suma así un nuevo Superseries en un 2015 soberbio. Y se da el caso curioso que los dos torneos de esta categoría que ha ganador este año han sido ambos ante la misma jugadora, Shixian Wang que, sobre todo en el segundo set, supo de primera mano el juego ‘martillo-pilón’ de la onubense.

Fue mucho más igualada la primera manga. Así quedó de manifiesto en los primeros lances, con las dos jugadoras alternando aciertos y errores hasta que tras el 8-8, un parcial de 3-0 en favor de la onubense, le dio la primera ventaja relativamente importante en el set: 11-8, al descanso.

Marín intensificó su dominio en la manga hasta colocarse con un claro 14-9 que hacía intuir un más rápido desenlace. Pero Carolina, como ya pasó en otros partidos anteriores, no juega sola, y su rival enjaretó una serie de buenos golpes y con un parcial de 2-9 se colocó por encima de manera inquietante por 16-18. Fue en ese momento cuando la de Huelva sacó a pasear su mejor versión y con un tramo final inmaculado, endosó el parcial que necesitó de 5-0 para cerrar el juego por 21-18.



La onubense celebra el triunfo ante Shixian Wang. / Foto: Captura de TV.
La onubense celebra el triunfo ante Shixian Wang. / Foto: Captura de TV.

Menos historia tuvo el segundo. La historia que escribió la jugadora de Huelva quien, desde el inicio, por tierra, mar y aire, empezó a despedazar a la china, imposibilitada de cualquier reacción. Primero con un 3-0, para un parcial acumulado de 8-0; después con el 8-1 y el 11-2 al intervalo, Carolina destrozó la capacidad de reacción de Wang, limitada a las migajas que le ofreció la de Huelva con los pocos errores que cometió y que se centraron ya muy al final cuando la suerte del set y de la final estaba decidida.

Carolina no cejó en ningún momento, pese a esa lógica relajación postrera, cuando el marcador le era insultantemente favorable. Sólo ahí se dejó ir, aunque a la postre cerrar la manga con un claro 21-10.

Nuevo triunfo de la onubense que, con éste, afianzará su posición de número 1 del mundo, que querrá defender en los próximos torneos y que seguro que conseguirá su muestra la fortaleza y el juego desplegado en el segundo set.


Puerto de Huelva

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