S. D. Carolina Marín no para. Horas después de finalizar su participación en el Abierto de Dinamarca, en donde accedió hasta las semifinales, tomó rumbo hasta París. Allí comienza el miércoles para ella el Yonex French Open (Abierto de Francia), un torneo Superseries equivalente a un Master 1.000 en el tenis.
Y desde el minuto 1 Carolina Marín prepara su estreno, como bien ha quedado reflejado en las redes sociales con una foto colgada por ellas misma, ante la norteamericana Iris Wang, primer escollo en un torneo que va a encarar ya como número 1 del mundo, logro conseguido en el torneo que disputó la semana pasada en Odense.
No es una rival cómoda la jugadora californiana, si bien en el único enfrentamiento entre ambas ganó Carolina. Ese precedente es de este año, en los octavos de final del Open de Malasia, el segundo ‘grande’ de la temporada y en el que acabó venciendo la de Huelva. Su triunfo fue en dos sets: 21-15 y 21-19.
Como también le pasó en el Abierto de Dinamarca, Carolina Marín llega a este torneo en París sin puntos que defender con respecto a la pasada edición, en la que no participó por lesión, lo que significa que todo lo que avance en el cuadro serán puntos para el ránking, con lo que en circunstancias normales debe afianzar su posición al frente del mismo al término del torneo, a poco que las cosas le vayan bien.
