S. D. Un borrón está permitido. Mucho más cuando el ‘escribano’ plasma con buen pulso y mejor letra sobre la cancha el trabajo realizado durante los días previos. Hasta el momento el CB Conquero Huelva Wagen fue el buen ‘escribano’ que, tacita a tacita, había sumado dos triunfo en el arranque de una Liga Femenina de baloncesto que se prevé competida al máximo.
Pero pasó por Huelva un equipo como el Cadí La Seu que, curiosamente, llegaba sin conocer la victoria, que sacó fruto de los errores cometidos por un Conquero hasta ahora malacostumbrado a fallar poco, y si fallaba, a corregirlos con otros muchos aciertos.
Gabriel Carrasco, entrenador del cuadro onubense, ya tiene en mente la película de los hechos, ya ha procesado todo lo malo que hizo el equipo ante el Cadí, y ha puesto de su parte corregir esos errores, máxime cuando ya el próximo domingo vuelve a escena en Logroñó contra el Campus Promete. Carrasco insistió en que hay que trabajar para que no vuelva a ocurrir lo del miércoles: “Tenemos que corregir el tema de pérdidas de balón y volver al equilibrio en defensa. Tenemos que reforzar donde nos hemos equivocado en el partido contra Cadí y seguir haciendo el trabajo a nivel de rebote, porque para nosotras es muy importante”, dijo.
Y es que en el análisis del partido del miércoles tiene claro que el mayor daño lo sufrió su equipo por la mala defensa realizada en el primer cuarto. “Necesitamos producir a nivel defensivo y si te hacen 29 puntos, o has metido tú 29 o más, o veintilargos y dejas el primer cuarto en tablas aunque hayas hecho aguas a nivel defensivo, o después te cuesta”, comentó.
Carrasco, que notó “cansado” al equipo, en un todo que suma reconoció también que “nos han hecho mucho daño los 20 balones perdidos producto de la defensa que sabíamos que nos íbamos a encontrar, con mucha presión, y no estábamos frescas a nivel de piernas”.
El entrenador del Conquero Huelva Wagen prosiguió diciendo que “en la primera parte no hemos parado los uno contra uno y al no pararlos no han fijado y han tenido muchas situaciones de tiro, con un acierto grande desde el 6,75. Eso te hace ir a rebufo y aunque en el último cuarto las jugadoras lo intentan, con la gasolina a cero se veía que en ataque no generábamos. Ha habido un momento que era un querer y no poder y en ese querer y no poder hemos fallado”.