Ana Rodríguez. Almonaster la Real es un municipio que desprende magia y encanto. En plena Sierra de Aracena y Picos de Aroche, este enclave invita a soñar con otro tiempo y, quienes lo visitan o allí viven, saben que esa esencia se impregna en el alma y te acompaña donde tus pasos se encaminen.
Algo así le ocurrió a Ana Belén González Vázquez, a quienes sus amigos desde pequeña apodaron ‘Ana Lanas’ porque siempre ha sido muy aficionada a las manualidades y a tejer. Esta onubense, nacida en Almonaster, tuvo que dejar su tierra por motivos laborales. Desde hace nueve años, Ana, quien es ingeniera técnica informática, trabaja en Málaga, desde donde añora cada día los paisajes y la belleza de este paraíso serrano.
Pero esta joven ha encontrado en su hobby la manera de tener siempre presente a la localidad que la vio crecer, e incluso la forma de descubrirla y despertar cierto interés por ella a otras personas que jamás han puesto un pie en ella. Y es que, desde hace un par de años, Ana diseña joyas y objetos decorativos inspirados en Almonaster, en su flora y paisajes, en su monumentos emblemáticos y sus tradiciones.
Empezó con una colección de camafeos con imágenes de la naturaleza, diferentes flores y también algunas que recogían la mezquita del municipio y la romería de Santa Eulalia (también llamada Santa Olalla), patrona de la localidad. Los objetos gustaron tanto que la joven se animó a hacer otros inspirados en los mismos motivos, como broches y pendientes.
Además, González ha recogido en sus creaciones una de las tradiciones con más arraigo de la zona, la de las cruces: «en mi pueblo hay dos cruces que lo dividen por la mitad, la de la Fuente y la del Llano. Yo soy de la primera, así que quise hacerle un guiño reflejándola en algunos broches, poniendo imágenes de la cruz. Para este año tengo preparadas también unas pulseras que dicen ‘Yo soy callefuentera’ y otras que ponen ‘Soy santaolallera'», explica.
Lo último que ha sacado la onubense son unas cajas con preciosas imágenes del pueblo, una idea que le vino al ver las instantáneas captadas por su amiga María Moya. «Las fotos eran muy bonitas y pensé que quedarían geniales decorando unas cajas. Tengo tres ya preparadas, pero haré otros modelos», confiesa Ana Lanas.
Como puede deducirse, González es una enamorada de Almonaster la Real y reconoce que hacer estas piezas «es una forma de rendir homenaje a mi pueblo desde la distancia, de coger su esencia y transformarla en joyas y objetos decorativos».
La manera de Ana de dar a conocer sus creaciones es a través de Internet, un escaparate que está permitiendo que personas de todas partes admiren y adquieran sus productos, aunque reconoce que sus clientes más fieles proceden de Almonaster. Asimismo, la informática señala que son muchos los que le preguntan por los detalles y lugares que recoge, pues es natural que la belleza de su tierra natal llame la atención de quienes nunca han visitado el enclave serrano.
Finalmente, y aunque para Ana hacer estos objetos es un hobby, su objetivo es que se acabe convirtiendo en su segundo trabajo, un empleo con el que seguir contribuyendo a que Almonaster la Real sea conocida de una manera diferente.
