Ramón Llanes. Setiembre le ha puesto cara nueva a la estación con sus singulares efluvios de estío en decadencia; setiembre tiene cada año esas cosas que nos alegran, y nos alecciona para un volver a comenzar etapas distintas, se impulsa a través de un claroscuro, de una tarde larga quemándose en la lejanía o de un mar tranquilo que solo inspira belleza. Setiembre trae también “los días sin motivo”, el correr del tiempo sin efemérides o celebración; los cohetes han dormido sus ruidos en su cajón de espera, la fiesta ha dado paso a una clara templanza y la calle se resume en el ajetreo normal del bullicio pueril y las muchas esperanzas.
Hoy no es un día especial, no tiene prevista su entrada el cometa Harley, no han desconvocado las guerras del mundo, no se aprobó la libertad en su estado puro, no se cayeron las cárceles ni se rompió por locura el amor de quienes se amaban. Hoy no hay eclipse, no han llamado a cenar a los mendigos, no se acabó la fila de los refugiados huyendo de la muerte, no se ha proclamado la ley del sentido común, no han crecido los enanos. Hoy no tiene pinta de suceder lo que estamos esperando, parece un día indolente, demasiado quieto, excesivamente convencido de su realidad y echado al conformismo como otros de su misma especie. Hoy no ha caído la bolsa de los avaros y seguirán marcando nuestras pautas al modo de ayer, hoy duele igual la miseria, existen los mismos insolentes, predican con las mismas palabras y los cipreses no han dejado de creer en dios.
Los novios han recorrido media oportunidad para verse y se entendieron en el día de hoy con caricias nuevas que estuvieron soñando, hoy salió el sol para formar las mismas sombras, se sentaron a inventar demagogias los mismos compromisarios, sucedió la soledad, sobraron coches oficiales, perdieron su trabajo, culparon a los mismos, vendrá la noche; cerraremos la ventana con la intención de llevar al cajón del olvido las muecas inocuas que nos deja en la pulsación este día sin medallas que nada mejoró y nada hizo, llevándose el mismo tono de un día cualquiera, quizá sin ponerle chispa a pesar de ser completo setiembre.
1 comentario en «Un día cualquiera»
Como » pinta » usted Sr. Llanes.
Gracias.