S. D. Carolina Marín ha dicho adiós al Open de Japón en la misma ronda en la que cayó eliminada en la temporada pasada, los cuartos de final. Para encontrar aún más similitudes en los dos casos ante una china: hace un año Li Xeurui y en éste Shixian Wang.
La onubense, que acusó el cansancio físico y mental acumulado de una temporada exigente, fue de más a menos y cedió ante la china en tres sets: 21-13, 19-21 y 15-21, en 1 hora y 13 minutos de juego.
Tras ganar el Mundial en Yakarta, la preparación de este Superseries estuvo condicionada por una lesión en el hombro; por si fuera poco, en los dos partidos anteriores Carolina se tuvo que exprimir al máximo para ganar a las japonesas Hashimoto y Takahashi en tres sets, casi todos muy apretados y uno en concreto, el primer día, con un parcial de 27-29 que lo dice todo.
Shixian Wang ha sido la gran beneficiada de ese esfuerzo y esos condicionantes, y yendo de menos a más, a la inversa que la onubense, volteó el marcador que fue claro para Carolina en la primera manga (21-13), pero que se empezó a torcer conforme avanzó el segundo y la de Huelva dilapidó una renta de cuatro puntos: 14-10. Desde ahí hubo otro partido y Carolina ya fue a remolque de la china, cada vez más crecida y convencida de que, por fin, en 2015 iba a poder ganar a Marín.
Lo hizo. Primero apuntándose la segunda manga por 21-19, y luego, ya con viento a favor, el tercer set, puede que más cómodo, por 21-15, en donde se vio claramente la mella del esfuerzo acumulado en Carolina.
La frase que ha colgado la onubense en twiter, “no es mi mejor día pero es tiempo para el descanso y estar listo para los próximos torneos… parada y reset… voy a venir más fuerte”, al tiempo que lo explica todo, es una declaración de intenciones y una certeza de que llegarán tiempos mejores, mucho mejores.
