P. G. Es común aquello de que las finales no se juegan, se ganan. Tildar de final el partido de este domingo en La Línea es una exageración, pero concederle una importancia especial no es excesivo. Jose Dominguez, técnico del Recre, anunció que este partido iba a servir para darse de bruces, por primera vez, con lo que es la Segunda B. Y como fue así, el triunfo trabajado de los onubenses (2-3) en el Municipal de La Línea, sobreponiéndose a dos goles recibidos en el inicio de cada periodo, supone un golpe de efecto moral relevante en estos albores de la competición.
Los albiazules, este domingo de rojo, saltaron al césped artificial del Municipal de La Línea conscientes de las dificultades que entraña un partido en esta categoría. Y a pesar de todo, la apuesta del técnico fue valiente, dando entrada a Kikas y a Miguelito por los ausentes Manu Molina y Antonio Núñez, jugadores de mayor calado creativo que otras opciones.
Y aunque las cartas credenciales fueron esas, poquito tardó en comprobar lo arisca que es esta categoría. Pese a las buenas intenciones del Recre en el arranque, bastó una llegada de la Balona para sufrir en las carnes los sinsabores de esta división. Buena acción de Canario, pelota que llega a Juampe, y éste que resuelve ante Rubén Gálvez. Cuesta arriba.
Sufrió el Recre el impacto. Por eso durante unos minutos anduvo dubitativo, con errores, dejando hacer demasiado a una Balona encorajinada y a tope con su gol. Por si fuera poco, tuvo que hacer un cambio obligado por lesión a los ocho minutos. Edu Moya no pudo seguir y a Mario Marín le tocó debutar. Quizás ese parón por el cambio le vino mejor al Recre, que poco a poco le cogió el pulso al partido, en especial Miguelito y Antonio Domínguez, que en el desarrollo de ese primer periodo se convirtieron en los principales protagonistas.
Fue una de esas conexiones la que dio paso al empate. Balón de Miguelito al área por donde aparece Antonio Domínguez para empalmar de volea y hacer inútil la estirada de Mateo. Un partido nuevo.
Porque el Recre comenzó a mandar, a elaborar más juego, ya no cometió tantas imprecisiones y tuvo más tiempo la pelota. Se acercó más al portal local que su oponente, si bien en apenas un minuto, el que va del 36 al 37, la historia dio un vuelco. Porque Zamorano, por dos veces, tuvo el 2-1 en sus botas; en la primera, el palo lo evitó, y en la segunda fue Rubén Gálvez que lo impidió.
Curioso el fútbol, pues a renglón seguido el que sí llegó fue el 1-2. Buena jugada de Rubén Mesa ganando la línea de fondo, pase al segundo palo por donde apareció Antonio Domínguez para hacer el gol.
De ahí al final dio mayor sensación de peligro el Recre, aunque tanto Mateo como Rubén tuvieron su trabajo. Pero el marcador no se movió dejando las espadas en todo lo alto para el segundo periodo.
Lo que ocurrió en el segundo periodo no fue más que la confirmación de que el partido era un examen de Segunda B en toda regla. Lo volvió a comprobar en el inicio de ese tiempo, cuando tras una sucesión de saques de esquina la Balona acertó con el portal de Rubén estableciendo el empate por mediación de Salva Rivas.
No habían pasado ni tres minutos y el Recre volvía a estar en posición delicada, porque el equipo linense, que había comprobado las lagunas recreativistas en esas acciones a balón parado, intensificó su dominio, acosó el marco onubense y el propio Rivas y Zamorano metieron el miedo en el cuerpo a esa fiel legión de infantería que, en algo más de 200 unidades, se dieron cita a pie del Peñón para que su Recre no camine solo.
Jose Dominguez entendió que, dado el percal, había que introducir algunas modificaciones, y por eso metió más velocidad con Cristian Fernández, en detrimento de Miguelito, que fue de más a menos, y poco después más músculo y potencia con Keita por Kikas. Poco a poco las constantes vitales del Recre se estabilizaron, llegando incluso a inquietar en más de una ocasión el portal de Mateo.
Mención especial una de Rubén Mesa. Mano a mano con el meta linense que no acierta a culminar, como tampoco el rechace. Al limbo una oportunidad única para poner de cara de nuevo un marcador, que daba la impresión que se podía mover por cualquiera de los dos lados. Para bien del Decano el gol cayó del lado onubense. Manos dentro del área de Joe, penalti y Jesús Vázquez desde el punto fatídico -para la Balona, claro- colocó el esperanzador 2-3 con un cuarto de hora por delante.
El Recre tuvo que tirar de aplomo -otra de las asignaturas en Segunda B- para no conceder excesivas opciones a un rival que como nunca se entregó, sí rondó con algún peligro el portal de Rubén cuando la épica era ya su compañera de viaje. Afortunadamente tanto el meta como la zaga no perdieron la compostura, apretaron bien los machos y sólo le faltó la guinda de ‘pescar’ una contra definitiva para ahuyentar el fantasma de un empate que nunca llegó, pero que sí rozó Chico en el tiempo añadido.
BALOMPÉDICA LINENSE: Mateo; Joe, Carlos Guerra, Olmo, Javi Gallardo (Copi, 78′); Salva Rivas (Ximo Forner, 72′), Ismael Chico; Juampe, Canario, Zamorano (Mauri, 62′); Espinar.
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Edu Moya (Mario Marín, 8′), Zamora, Carlos Delgado, Mica Pinto; Ale Zambrano, Jesús Vázquez; Miguelito (Cristian Fernández, 58′), Kikas (Keita, 69′), Antonio Domínguez; Rubén Mesa.
Árbitro: Abraham Domínguez Cervantes (colegio malagueño). Mostró la cartulina amarilla a Juampe (51′), Mauri (64′) y Joe (75′), por la Balona; y a Carlos Delgado (42′), Zamora (72′) y Ale Zambrano (80′), por el Recreativo.
Goles: 1-0 (2′) Juampe resuelve de tiro cruzado ante Rubén Gálvez tras una buena acción de Canario. 1-1 (18′) Antonio Domínguez empalma de volea a la red de Mateo después de un pase de Miguelito. 1-2 (37′) Antonio Domínguez culmina en el segundo palo una buena acción de Rubén Mesa. 2-2 (48′) Salva Rivas, de cabeza, a la salida de un córner botado por Canario. 2-3 (76′) Jesús Vázquez, de penalti, tras unas manos dentro del área de Joe.
Incidencias: Partido de la segunda jornada en el grupo IV de Segunda B disputado en el estadio Municipal de La Línea. El Recre lució su segunda equipación, roja con pantalón blanco. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex-jugador linense Antonio García Bautista.