Redacción.Cientos de niños abarrotaron este martes la iglesia de San Bartolomé en el cuarto día de novena. Una jornada que la hermandad quiso que estuviese dedicado íntegramente a ellos. Según explican desde la entidad, los niños entraron en el templo formando un gran cortejo de arcos azules y blancos elaborados por ellos mismos al ritmo de canciones dedicadas a María.
Posteriormente, y como «signo de arrepentimiento», quemaron en un caldero cientos de papeles donde habían escrito aquellas acciones de las que no se sentían orgullosos. Se acordaron de los pobres, los marginados, los parados, y los enfermos, así como, explican, «regalaron globos y lápices al niño de la Virgen, a quien las camaristas con gran cuidado, bajaron del regazo de su Madre para sentarlo entre ellos». La hermandad expuso en devoto besapiés al niño de la Virgen, y agasajó a los niños con una pulsera de la Virgen de los Clarines.
Durante cuatro días, los más pequeños de Beas acudieron masivamente a los talleres de manualidades organizados por la hermandad, los cuales culminaron precisamente en el día de ayer con la celebrabión de la Eucaristía. El emotivo acto duró más de hora y media, y se celebró en un ambiente festivo, con aplausos, cantos, y risas de los niños que estuvieron en todo momento en una actitud respetuosa y alegre, sabiéndose protagonistas de en este dia de agosto en las fiestas de su patrona.