Mari Paz Díaz. Nuestro ‘Onubense por el Mundo’ de esta semana es un onubense que lleva muchos años fuera de Huelva. Y, sin embargo, no olvida nunca sus raíces, su tierra. Se trata de José García. Vive en Suiza desde que tenía 12 años, cuando sus padres decidieron marcharse a este país a trabajar. Un cambio drástico para aquel adolescente, que tuvo entonces que adaptarse a un nuevo colegio y a otros compañeros, totalmente diferentes a los que conocía. No fue fácil, sobre todo porque sólo hablaba español, pero intentó integrase.
Han pasado veinte años desde su marcha al extranjero, un cambio radical que no fue una decisión propia, puesto que, como él mismo dice, «muchas veces la vida decide por ti». Tanto es así que ya es un español afincado en Suiza. En concreto, José vive a orillas de la ciudad de Zürich, en un pueblo llamado Wallisellen.
A lo largo de este tiempo ha tenido la oportunidad de vivir muchas experiencias, puesto que han sido unos años muy intensos. «Llenos de muchos sabores, los que la vida te va ofreciendo. Cuando eres extranjero en un país y lo que vienes es a trabajar, muchas personas te clasifican mal», reconoce.
A pesar de ello, explica que Zürich es conocida como una ciudad multi-cultural, «algo que a mí me encanta. Como en toda gran ciudad, hay infinitas posibilidades. Yo no me canso de ella. Pasear por Zürich es tener la sensación de estar en el mejor rincón del mundo». Y es que se trata de una ciudad con una cultura muy rica, en parte aportada por las múltiples nacionalidades que residen allí.
Desde Suiza, la visión que se tiene de España es que se trata de un mundo distinto. En general, son países muy diferentes, siendo el nivel de vida mucho más alto allí. Los suizos tienen una buena imagen de España, aunque conocen bien todos los problemas del país.
En la actualidad, José está centrado en su propia empresa, una actividad a la que le dedica mucho tiempo. «Estoy en una etapa muy interesante de mi vida. Creo que di un gran paso cuando hace tres años decidí hacerme autónomo. Fue un proyecto que comencé en 2012», explica el joven, aunque «por supuesto tengo otros objetivos a la vista, personales, profesionales y políticos. Pero, de momento, han de esperar».
A pesar de estar afincado en Suiza, este onubense no ha perdido el contacto ni con su tierra ni con su gente. A sus familiares suele contarles muchas cosas de su vida, porque «intento estar y sentirme cerca de ellos. Gracias a la tecnología, podemos estar más cerca». Mientras que sus amigos, «piensan que estuvo bien lo que hice y cómo lo hice. Me alegra seguir manteniendo el contacto con muchos de ellos».
De hecho, José viene mucho a Huelva, puesto que incluso cuando está en España por negocios, siempre se escapa a la provincia para ver a su familia.
Y es que asegura que lo que más echa de menos de Huelva es «la familia, por supuesto. Huelva es la ciudad que me vio nacer. He crecido respirando aires y colores que no encontraré en ninguna otra parte del mundo. Echo muchísimo de menos todo».
Con su experiencia, este empresario recomienda a la gente que viaje mucho, para abrirse a otras personas y culturas, puesto que «aunque haya cosas que no entendamos, debemos mostrar respeto. Vivir fuera de tu país de origen es toda una lección de vida. Eso sí, hay que ser siempre optimista y saber que nadie regala nada».
Una buena reflexión de José que, para finalizar, lanza el siguiente mensaje a los onubenses: «A las personas mayores, que sigan gozando del privilegio de poder vivir en esta tierra de emprendedores. Gente mágica y sorprendente que aún están por descubrirse. A los jóvenes, que no se acomoden. Que lean, pregunten, se informen, investiguen…, han de romper el margen y módulos prescritos. No han de gritar en la calle, han de negociar. Hay que revelarse disciplinadamente contra las injusticias y, sobre todo, hay que pelear para que Huelva levante su gran ancla y deje de ser una ciudad vintage«.