Redacción. El teléfono de información del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), 900 200 999, ha atendido durante el primer semestre del año un total de 4.519 consultas por violencia de género, lo que supone un 10,6% más que las realizadas durante el mismo período del año anterior. Esta evolución, según ha explicado la directora del IAM, Carmen Cuello, refleja «el creciente nivel de sensibilización de la ciudadanía, además de un mayor conocimiento de los recursos a los que hay que recurrir para pedir ayuda».
El Teléfono de Información a la Mujer ofrece de forma gratuita y anónima información general, asesoramiento jurídico y atención especial a la violencia de género durante 24 horas los 365 días del año, con la opción de traducción telefónica simultánea en 51 idiomas.
El 52% de las consultas fueron realizadas desde las capitales de provincias, y el 29% desde municipios de más de 10.000 habitantes, mientras que sólo un 19% procedía de localidades pequeñas, ya que, según Carmen Cuello, la población de las zonas rurales suele pedir ayuda de manera presencial, a través de los Centros Municipales de Atención a la Mujer, que son su recurso más cercano. En este sentido, la directora del IAM ha destacado la apuesta de la Junta por la colaboración para el mantenimiento de esa red de atención local directa, que corre el riesgo de desaparecer en otras comunidades con la nueva ley de reforma de la administración local, recurrida por la Junta de Andalucía ante el Tribunal Constitucional.
El IAM incrementará este año las prestaciones de su teléfono de información gracias a una nueva encomienda de gestión con la empresa pública Salud Responde, que mejorará el servicio cualitativamente al contar con una infraestructura tecnológica propia de Contact Center, que permite una reducción de los tiempos de gestión y una mejora de la coordinación con otros servicios también prestados por la Administración.
El Teléfono 900 es una de las puertas de entrada de las mujeres a todos los servicios y recursos del IAM, y uno de los primeros recursos a los que acuden las víctimas de violencia de género. Por ello, se trata de un servicio «fundamental para el IAM», que exige a la empresa pública que lo desarrolle el máximo cumplimiento de ciertos estándares de calidad, eficacia y eficiencia, el seguimiento de determinados protocolos de actuación y una formación especializada para la adecuada atención a las mujeres en general, y en especial a un colectivo tan vulnerable como son las víctimas de maltrato machista.