Redacción. Un total de 29 víctimas de violencia de género, 17 de ellas mujeres y 12 menores a su cargo, disfrutarán durante los meses de julio y agosto en la provincia de Huelva de unas vacaciones divertidas, normalizadas y libres de violencia machista gracias al programa Vacacionantes, una iniciativa organizada por el Servicio Integral de Atención y Acogida dependiente del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).
La coordinadora onubense del IAM, Eva Salazar, ha presentado hoy la edición de este año (XVI) del programa, que, además de ofrecer unas vacaciones normalizadas, tiene como objetivo favorecer la integración de las víctimas, especialmente de las niñas y niños, en el ámbito afectivo, social y cultural de la nueva ciudad en la que residen, al encontrarse en estas fechas tan señaladas fuera de su entorno familiar por haber sido acogidas ante el elevado riesgo de muerte por violencia de género. En el conjunto de Andalucía serán 536 las personas beneficiarias, 288 de ellas menores.
Esta actuación se desarrolla en la red de centros de atención y acogida a víctimas de violencia de género gestionada por el IAM en la comunidad autónoma, que en el caso de la provincia onubense está integrada por tres de estos dispositivos, dotados de un total de 35 plazas para ofrecer cobertura, las 24 horas del día, los 365 días al año, a personas que dejan sus hogares a causa de las agresiones y amenazas sufridas. Se trata de un centro de emergencia, donde se garantiza a las víctimas una acogida inmediata y una atención de este tipo; una casa de acogida, que es un recurso residencial que trabaja en la atención integral para salir de la violencia, y un piso tutelado, que favorece la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos.
Vacacionantes oferta durante los períodos vacacionales (tanto en verano como Navidad) un conjunto de actividades lúdicas para las personas acogidas en los centros, lo que permite su integración, aumenta su autoestima, fortalece el vínculo materno-filial y, sobre todo, crea un ambiente de seguridad, respeto y buen trato como modelo de convivencia.
Así, el programa, que cuenta con la participación de todo el personal de acogida (auxiliares sociales, psicólogas, etc.), abarca actividades tan variadas como fiestas del agua, talleres de cocina infantil y hábitos saludables, lecturas de verano, manualidades con elementos reciclados, cine de verano, taller de jardinería, cenas y tertulias de verano, juegos cooperativos o diferentes excursiones a playas, piscinas y lugares de interés turístico y cultural, entre otras. Junto a ello, se realizan talleres específicos de apoyo a las mujeres en la búsqueda de empleo y en el fomento de su autoestima.
Según ha explicado la coordinadora del IAM, este programa se enmarca también dentro del objetivo de la Junta de facilitar a los menores expuestos a la violencia de género una atención integral y temprana, con el fin de evitar que perpetúen la violencia de género que han sufrido en sus casas y recuperen una vida libre de maltrato.
Eva Salazar ha recordado que las niñas y niños que desde edades muy tempranas están expuestos a la violencia de género en sus hogares “son especialmente vulnerables, ya que tienen el riesgo de reproducir esos patrones o sufrir secuelas que lastren el resto de su vida”. “Son menores”, ha insistido, “que pueden sufrir diversas consecuencias psicológicas, emocionales, sociales, cognitivas y físicas en función del tipo de exposición a dicha violencia”, a lo que se suman los problemas derivados del derecho del maltratador a los regímenes de visita, que pueden dar lugar a que el menor se convierta en víctima directa como instrumento de daño del agresor hacia la madre.