Redacción. El reciente resultado de las Elecciones Municipales en Huelva nos deja el fin de una época de 20 años de Pedro Rodríguez al frente del consistorio de la capital. Acaba un tiempo marcado, en sus inicios, por un cambio radical en la forma de ejercer la alcaldía en esta ciudad y por una transformación de nuestras calles que enganchó a la gran mayoría de los onubenses, hastiados y desencantados por esos años del V Centenario que tan mal sabor de boca nos dejaron tras tantas ilusiones que no se hicieron realidad.
La llegada de Pedro Rodríguez a la alcaldía trajo un aire nuevo que ofrecía una imagen diferente de la política local que habíamos tenido hasta entonces. El propio Perico, María Eugenia Villaseñor o Juan Carlos Adame, tres nombres apenas conocidos en los primeros puestos de las listas populares para las elecciones de 1995 y 1999, no se asemejaban a esos políticos que solo conocíamos por ser políticos de profesión, algo que no podía considerarse un defecto pero que se apartaba de esa renovación que apetecía a buena parte de los ciudadanos.
Los primeros cuatro años, con el impulso de las ideas nuevas y la ilusión, se notó que en Huelva algo había cambiado. Y mucho. Es cierto que se contó para ello con un elevado gasto para las arcas del consistorio, pero no olvidemos que también en legislaturas anteriores se había despilfarrado más de lo debido en obras que nada aportaron, como el horroroso paseo de El Conquero, el museo al aire libre o el tristemente famoso parque Alonso Sánchez. La ciudad mejoró, además, en los aspectos sencillos, en ésos que apenas cuestan dinero y que tanto supieron cuidar algunos miembros de aquel equipo de gobierno que se encontraban en plena etapa de crecimiento -y de muchas ideas, por tanto- como gestores.
Pero el paso del tiempo trajo un inexplicable abandono de las claves que habían convertido a Pedro Rodríguez en un alcalde casi indestructible y en un auténtico fenómeno de masas. Donde antes había nuevas caras de concejales y las ilusiones de quienes acceden por primera vez a la gestión, con una vida aún por construir, comenzamos a encontrar las caras de siempre y con sus mejores ideas ya materializadas. Una década después de aquellas elecciones de 1995 las voces eran las mismas, el discurso no había cambiado y la ciudad, por contra, ya no mostraba esa imagen de continuo avance. Los detalles, incluso aquéllos que apenas costaban dinero, dejaron de cuidarse y se perdió esa chispa que tanto atrajo anteriormente al onubense.
La bajada en el número de concejales cada cuatro años hacía presagiar un nuevo rumbo en la candidatura, pero las listas para 2011 y 2015 apenas mostraron rostros que generasen un aire distinto. Ni siquiera hubo un cambio de actitud que ofreciese una imagen más reivindicativa para Huelva ante, incluso, el propio partido. Y la papeleta con los de siempre, o al menos con muchos de los de siempre, ya no fue tan atractiva para el elector. Más aún cuando el Recre, para mayor desgracia, se fue camino del abismo en unas manos que nunca debieron tocarlo y cuando la ciudad, como era habitual, seguía mostrando su estancamiento en tasas de paro, indicadores económicos e índices de pobreza.
3 comentarios en «20 años en la alcaldía»
Muy buen resumen, me quedo con ganas de mas, de la segunda parte, lo sucedido en estas elecciones y lo que se espera del nuevo equipo de gobierno. Ahi te lo dejo Juan Carlos 😉
Veo, María, que me pones tarea. No la rechazo, aunque para esa segunda parte quizás sea mejor esperar a ver qué tal comienza su trabajo ese nuevo equipo de gobierno. Creo que se encuentran con una Huelva muy mejorable, demasiado mejorable porque hay aspectos fundamentales que han estado muy abandonados, lo que supone una ventaja si tenemos en cuenta que a poco que se actuara en muchos de esos apartados la ciudadanía podría percibir el cambio.
Gracias por tu aportación.
Gracias, Juan Carlos. Y la verdad es que pienso igual, a poco que se haga va a ser muy evidente debido al parón en el q se encontraba la ciudad. Deseando ver Huelva crecer de nuevo, se lo merece!