S. D. Con la frase “papás os quiero, abuelo va por ti” Carolina Marín terminó un trabajo que dejó inconcluso hace un año: Ganar el The Star Australian Open. Doce meses después la onubense se ha coronado campeona y reina del torneo tras vencer en la final a la china Shixian Wang en dos sets, 22-20 y 21-18, en 58 minutos.
Fue Saina Nehwal la que impidió hace un año ganar este torneo. Carolina, entonces, se tuvo que conformar -que no es poco- con la segunda plaza, siendo en ese momento el primer representante del bádminton español que jugaba una final de un Superseries.
Mucho ha crecido Carolina desde entonces, y entre otras lindezas, ha ganado un Campeonato de Europa y otro del mundo, ha subido hasta el número 2 del ránking mundial, y en lo que va de año ha ganado los dos Superseries Premier disputados hasta el momento (Inglaterra y Malasia), aparte de acumular, con éste, un tercer triunfo.
No ha sido fácil, porque en la retina está el enorme sacrificio que tuvo que hacer para pasar de la primera ronda ante una rediviva Jindapon, o los malabares para no perder la calma en su segunda aparición en el Parque Olímpico de Sídney ante la china Yao Xue. Ya con la velocidad de crucero establecida, Carolina superó a otra china, Jiang Wang, y aplastó a la coreana Sung Ji Hyun en la antesala de la final.
Y en la final la ‘reina’ Carolina impuso su ley, y aunque su triunfo fue en dos set tuvo que emplearse a fondo ante la combativa Wang. Así, en la primera manga ya pudo comprobar como tuvo que esperar al cuarto volante de set para apuntárselo. Y eso que en el inicio fue la onubense la que dominó. Firme y con pocos errores Carolina comenzó de la mejor manera posible endosando un 4-0 de salida que a poco se convirtió en un solvente 9-2. Fue ahí donde el empuje de la china tuvo reflejo en el marcador, que se fue estrechando hasta el 11-8 en el intervalo. De ahí al final dos nuevos arreones de la de Huelva (14-9) y otro más adelante cuando se colocó 20-17. No cerró el set Carolina en esa primera instancia, pero tras igualar a 20, tuvo el temple suficiente para lograr dos puntos seguidos y ganar por 22-20.
El segundo llevó un recorrido casi simétrico. Más asentada la onubense, más segura, de nuevo el marcador se movió, casi, por los mismos parámetros: 4-1 y 10-6, hasta que Wang reaccionó llegando en esta ocasión al empate a 10. Tras la salida del intervalo (11-10), la onubense también superó a su oponente, logrando un parcial de 7-2 que le daban una ventaja sólida y solvente. De nuevo, como pasó en el primer set, con 19-15, apretó la china y el marcador se estrechó hasta el 19-18, que fue de nuevo el detonante del mejor final posible. Dos puntos seguidos y triunfo en la manga, y en el partido, y esa frase dedicada al término del mismo dirigiéndose a la cámara: “Papás os quiero, abuelo va por ti”.
Punto final de ensueño para Carolina Marín, que casi sin tiempo de degustar su victoria en Sídney ya tiene la mente puesta en el siguiente reto, el BCA Indonesia Open, tercer Superseries Premier de la temporada.