Antonio Ramos. El conjunto formado por los veteranos de los distintos clubes de Sevilla se adjudicó el I Trofeo de Rugby de Veteranos de Punta Umbría, en el que el conjunto galo del Athletic Boulogne, tras vencer por la mínima a los veteranos de los tres equipos onubenses que han militado en la máxima categoría, se hicieron con la segunda plaza.
El rugby tiene estas cosas. Y es que, pese a que sobre el terreno de juego sólo hubo un ganador, el ambiente festivo de esta primera edición del Trofeo de Rugby Veteranos de Punta Umbría sirvió para que los tres equipos contendientes terminasen con el alma de ganador y disfrutando de la jornada. Los hispalenses, por su merecido triunfo sobre el césped del municipal Antonio Gil; el club galo, por su visita a tierras onubenses; y los veteranos de Huelva por su inconmensurable pundonor y la buena organización de un evento que está llamado a continuar en futuras ediciones.
El torneo comenzó con un primer duelo de altura entre los Veteranos de Sevilla y los jugadores del Athletic Boulogne, un choque donde durante ciertos momentos la veteranía de sus jugadores apenas se notó por la intensidad que ambos equipos impusieron. A esto hubo que sumar la incorporación de jugadores del Barbarians gaditano, que quisieron sumarse a la fiesta rugbística en las filas del conjunto francés. El encuentro fue igualado hasta el último minuto y prueba de ello fue la victoria por un único ensayo por parte de los veteranos hispalenses.
Los mismos hispalenses se enfrentaron en el segundo encuentro al cuadro local, el cual estuvo formado por ex-jugadores del Laboro, Atalaya y Tartessos, historia y presente del rugby onubense, y que demostraron tener aún mucha escuela en sus botas; sin embargo la experiencia de grandes jugadores -algunos todavía en activo- del combinado del Guadalquivir hizo que éstos se adjudicaran el encuentro por tres ensayos a uno, honor local que recayó en las manos de Juan Juárez.
El último enfrentamiento entre galos y onubenses tuvo un claro color francés, y entre risas y buenas jugadas el cuadro visitante se llevó la victoria por un más que simbólico 6 -0 que, sin embargo, sólo sirvió para mejorar el ambiente de cordialidad que se vivió durante toda la tarde en el pabellón municipal de deportes con un público numeroso y entregado a la causa rugbera desde el primer minuto.
La entrega de trofeos se realizó en el Océano Beach Lounge Club, patrocinador oficial del evento y que sirvió a su vez para acoger la fiesta de despedida de un torneo que volverá el próximo 2016 con la misma clase con la que este año se pudo vislumbrar en la ciudad costera puntaumbrieña.