HBN. A las 3.03 horas, exactamente diez minutos más temprano que en 2014, los almonteños han saltado la reja que los separaba de la Blanca Paloma para dar comienzo a la procesión de la Virgen del Rocío por la aldea almonteña en este Lunes de Pentecostés.
Una vez que se inició el rezo del santo rosario al dar la medianoche, los romeros empezaron a arremolinarse, tanto en el interior como en los alrededores de la ermita, esperando que el Simpecado de la Hermandad Matriz, retornara y diera, con su entrada en el templo, un permiso velado para acudir al encuentro con la Virgen. Según la tradición, este momento debe producirse con el alba, aunque este 2014 tampoco se ha dado cumplimiento al mandato.
A diferencia del año pasado, en el que la desorganización fue mayor, los almonteños este 2015 han vuelto a las buenas prácticas de 2013 y 2012 y han creado un pasillo en el centro de la ermita que ha permitido que el Simpecado de la Hermandad llegara hasta el altar, frente a la Madre de Dios. Luego decenas de romeros accedieron a la Virgen del Rocío, vestida con su traje de Reina y adornada con hermosas flores color coral y, entre vítores y aplausos, la bajaron de su presbiterio hasta la planta central del santuario. Escasos minutos más tarde, cruzaba el dintel de la ermita y accedía a la explanada donde miles de personas la esperaban.
Se iniciaba así en recorrido de varias horas en las que la Blanca Paloma visitará a cada una de sus hermandades, las 116, mecida a hombros de sus devotos. Una a una, todas las filiales tendrán el honor de poder contemplar ante sí a la Blanca Paloma, estando el trayecto de la procesión, como cada año, marcado por los cantes, rezos y demostraciones de fe en homenaje a la Reina de las Marismas.
Al finalizar la procesión del Lunes de Pentecostés, cuando la Virgen vuelva a su templo, se dará prácticamente por finalizada la romería del Rocío 2015 y las hermandades y fieles harán el camino de vuelta con la felicidad de haber podido pasar un rato con Ella.
