Ana Rodríguez. Es una de las caras más conocidas de la política onubense. Pedro Jiménez San José es desde al año 2000 el coordinador de IU LV-CA en la provincia de Huelva, así como el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de la capital desde hace ocho años. Este 2015, este funcionario de carrera se presenta por tercera vez como cabeza de cartel de su formación a la Alcaldía de Huelva porque, como él mismo expresa, «mi motivación es gobernar esta ciudad».
Jiménez nació en el barrio de Santa Lucía de Huelva capital -su spot de campaña comienza con la casa en la que nació de fondo- en 1958, aunque su juventud la pasó en Cortegana, donde realizó sus primeros estudios. Con 15 años, a su padre, funcionario público, lo trasladaron a Barcelona y al onubense no le quedó más remedio que mudarse a Cataluña con su familia. Empezó entonces a trabajar como aprendiz en una carpintería durante las mañanas, mientras por las tardes-noches se sacaba el Bachillerato. «Incluso aprendí a hablar catalán», indica a modo de anécdota. Luego Pedro estuvo empleado en una fábrica de plásticos y también fue oficial colocando suelos de madera. A los 17 años se volvió de nuevo a Huelva y entró en Astilleros como aprendiz de mecánico hasta que cumplió la mayoría de edad y consiguió un puesto de interino en Correos y Telégrafos, aprobando las oposiciones y obteniendo su plaza dos años más tarde. Desde entonces es funcionario, aunque hace unos años que tiene una excedencia especial por razón de cargo público.
En Correos fue donde comenzó a tener contacto con el mundo sindical, primero en UGT, en aquel entonces el único sindicato en Huelva organizado en Telégrafos, donde militó hasta que lo trasladaron a Barcelona. En la ciudad condal estuvo colaborando con gente de CC.OO. y cuando regresó a Huelva, tres años más tarde, se afilió a este último sindicato y organizó, junto a dos compañeros, la sección sindical del mismo de Correos y Telégrafos, asumiendo la responsabilidad de la misma.
Su vinculación con la política también data de sus años de interino y curiosamente fueron en el Partido Socialista de Andalucía (PSA), donde Jiménez militó durante un año. Luego rompió con el que dio origen al Partido Andalucista cuando cambió su línea y «se derechizó», afiliándose en 1984, tras el referéndum de la OTAN, al Partido Comunista (PC). «A partir de ahí asistí al nacimiento de Izquierda Unida: en Andalucía con Convocatoria por Andalucía y en España con IU», explica el onubense.
El alcaldable asegura que sus convicciones ideológicas siempre fueron de izquierdas, por ello se ha mantenido al pie del cañón, tanto desde CC.OO. como desde IU, aunque reconoce que «cuando termine el mandato dejaré de ser coordinador provincial».
Su gesto serio se torna en sonrisa cuando habla de su familia: su mujer, sus dos hijas y dos nietas: las mujeres de su vida. Ellas son sus cimientos como bien se deduce de sus palabras:
– ¿Cómo ha llevado su mujer su vida como sindicalista y político?
– Mi mujer era militante de Juventudes Socialistas. Nos casamos muy jóvenes y siempre en estos años ha habido palmas y pitos, pero ella ha vivido la actividad política en su familia y ahora sigue siendo militante de IU, así que comparte mis ideas e inquietudes.
– ¿Y sus dos hijas?
– Mis hijas han sido las grandes sacrificadas, sobre todo la pequeña. La mayor nació en Huelva, aunque por entonces yo estaba destinado en Barcelona, pero quisimos que fuera onubense y nos vinimos para tenerla aquí. A ella le dediqué más tiempo, pero ese tiempo se fue reduciendo cuando empecé a tope con la actividad sindical. Ahora estoy intentando compensar todo aquello con mis nietas.
– Hace unos años tuvo un problema grave de salud…
– Somos la consecuencia de nuestro pasado, de lo que hemos vivido… En septiembre de hace tres años me dio un ictus. Por entonces fumaba dos paquetes al día, tomaba seis o siete cafés, iba siempre corriendo por la calle… Me pasó 20 días antes de casar a mi hija mayor. Estuve ocho días ingresado en el Juan Ramón Jiménez y prometí que cuando llevara a mi hija al altar dejaría el tabaco, y así lo hice, no he vuelto a fumar.
– ¿Cómo ha cambiado aquello su vida?
– Desde entonces hago dieta sana, tomo mi medicación, ando mucho, voy en moto para moverme más rápido y no ir corriendo. He procurado que el ictus no cambiara mi concepto de vida, pero no se me olvida. Soy consciente de que no me han quedado secuelas y de que he tenido mucha suerte.
– ¿Qué hace en su tiempo libre?
– Me encantan las setas y Huelva es la provincia más rica en setas de toda España, hay unos 17 u 18 especies, así que salgo al campo a cogerlas. También me gusta disfrutar de la playa todo el año, sobre todo en invierno.
– ¿Por qué se presenta a las elecciones municipales?
– Mi motivación es ser alcalde de esta ciudad. Llevo trabajando políticamente en ella desde 2007, cuando salí elegido concejal del Ayuntamiento y me gustaría gobernar Huelva.
– ¿Qué es lo primero que haría si llega a ser alcalde?
– Lo primero que hay que hacer es una auditoría ciudadana de la deuda, conocer la situación del Ayuntamiento, porque sabemos una parte, pero no toda, de hecho el interventor dice que faltan facturas, faltan medios humanos y técnicos y que se gasta en cuestiones que no están argumentadas. El interventor asegura que cada vez que se liquida el presupuesto anterior hace constar la desviación entre lo previsto y lo real, es decir, que no se cumple ni con los objetivos de ingresos ni con los gastos previstos y se inflan partidas de ingresos para justificar gastos que no se reflejan. Por eso es necesaria una auditoría y, a partir de ahí, elaboraríamos unos presupuestos reales de manera participada.
– ¿Y tras ella?
– Establecer las prioridades a la hora del gasto presupuestario. Lo primero el empleo, en toda la inversión que se haga, y luego en políticas sociales, reduciendo el gasto corriente, eliminando lo supérfluo, los gastos de representación, reduciendo el número de asesores, de cargos de confianza, de tenencias de alcaldía y el sueldo de concejales y del alcalde. Hay que dar ejemplo y gestionar mejor.
– ¿Cómo crearía empleo desde el Ayuntamiento?
– Lo primero es no destruir el empleo que hay, que es algo que se ha hecho. Luego, hay zonas que se podrían declarar de suelos contaminados e iniciar un proceso de descontaminación por parte de las empresas o administraciones responsables que sería una fuente de empleo importante. Otra medida sería que todo los puestos de trabajo que el Ayuntamiento generara fueran de carácter público. Nuestro objetivo es tratar de recuperar para la gestión pública el empleo que se pueda y que se ha ido privatizando. Un ejemplo: el 49% de Aguas de Huelva es privado y el 51% restante público, pero la gestión la ha dejado el Consistorio en manos de la empresa privada y por ello ésta cobra dos millones de euros al año más los beneficios que se obtengan de la gestión del agua. Si esta gestión fuera pública, todos los beneficios serían públicos y se podría revertir en crear empleo, porque el Ensanche Sur, el casa por casa de Marismas del Odiel, el proyecto de Isla Chica original, el del antiguo mercado del Carmen y otros tantos están parados porque el Ayuntamiento no tiene dinero. Si pudiéramos generar beneficios por la gestión de empresas municipales se podría invertir en todos estos proyectos.
Por otro lado, desde el Ayuntamiento se respaldaría a las empresas de economía social, a los autónomos y a las pymes, que son los que peor lo están pasando, y los contratos que haya que hacer desde el Consistorio se establecerían cláusulas sociales, para que se baremara mejor a las empresas socialmente responsables (que fomente la igualdad, la integración de personas con discapacidad, que no tengan denuncias por vulnerar la libertad sindical, etc.)
Asimismo, el turismo es una fuente de creación de empleo. La potencialidad turística de Huelva por sus recursos naturales y por su historia es enorme. Nosotros potenciamos una ruta arqueológica, porque es un elemento de identidad de la ciudad, pero también su legado inglés, los lugares del Descubrimiento, a Juan Ramón Jiménez y su obra, la actividad pesquera, etc. Que el turista acuda a Huelva todo el año, no sólo a la playa en verano, porque todos estos elementos componen una buena oferta.
– ¿Cuáles son los principales puntos de su programa electoral?
– Hay dos cuestiones que lo recorren de manera transversal: la participación ciudadana y las políticas de igualdad y a partir de ellas se establecen unos objetivos prioritarios como son el empleo, las políticas sociales, el medio ambiente, la salud y luego las políticas de igualdad en general, entendidas como políticas sectoriales.
– En el mundo de la político, ¿quién ha sido para usted un referente?
– Marcelino Camacho, porque en él se unen muchas cualidades. Fue una persona honesta, honrada, trabajadora, con convicciones ideológicas muy firmes que mantuvo hasta el final de su vida y para mí representa todos los valores con los que yo me identifico y por los que he luchado toda mi vida.
– ¿Y de IU?
– Hoy me identifico con muchas personas de mi organización: con Cayo Lara, Alberto Garzón, Maíllo… también con otros compañeros que no tienen tanta responsabilidad con los que comparto mi trabajo día a día, así como con personas que van conmigo en la candidatura que provienen de muchos ámbitos de la izquierda (ecologismo, cultura, movimientos ciudadanos, ONGs…)
– ¿Qué gente le cae bien dentro del ámbito de la política?
– Me cae bien Pedro Zerolo (PSOE) porque me parece una persona comprometida, honesta y con convicciones políticas.
– ¿Cómo ve Huelva dentro de dos años?
– Es difícil que en dos años una ciudad cambie y ello dependerá de quién esté al frente del Ayuntamiento. Hay cosas que se pueden apreciar rápido, como el talante del equipo de gobierno, porque el que tenemos es opaco y ha ido perdiendo calidad democrática: los plenos no se pueden televisar, no se permite a la gente que los grabe ni intervenir al final, la televisión municipal está sólo para el uso del PP y no se ha llevado a ella ni un miembro de la oposición desde que existe… todas estas cosas se tienen que notar al día siguiente del cambio. También en la participación ciudadana, que debe haberla desde el primer día porque ahora hay muchos consejos de participación pero no funciona ninguno. En cuanto al cambio físico de la ciudad, eso requeriría tiempo.
– ¿Es usted optimista?
– Sí, muy optimista. Pienso que se pueden hacer muchas cosas que no cuestan o que cuestan poco dinero, y más si se cuenta con la participación ciudadana. Si se hace algo que la gente quiere, ésta se va a identificar con ello y lo va a potenciar.
Muchas gracias Pedro