José Luis Jiménez/Zalamea. El Romerito 2015 de Zalamea concluyó al caer la tarde del lunes, tras una jornada marcada por las altas temperaturas.
Los más romeros mantuvieron el ánimo con sevillanas y un semblante un tanto cansado, pero satisfechos tras la fiesta.
Una vez en la Ermita de la Pastora se procedió al intercambio de varas entre los mayordomos entrantes y salientes para, a continuación, entrar en el coqueto templo y bailar la última sevillana ante la Virgen y la Santa Cruz.
Los alrededores de la ermita, en la calle San Sebastián, se llenaron del colorido de los trajes de flamenca y del aroma al romero de la carreta del Simpecado de la Santa Cruz y el de la Divina Pastora.
Durante los cuatro días de la romería, las casas y casetas de la particular aldea romera han estado repletas de grupos de familiares y amigos que, entre baile y baile, han disfrutado de la gastronomía popular donde suelen destacar la caldereta y el ponche.
Los caminos de El Romerito, han sido un continuo ir y venir de vehículos a caballo y caballistas que han disfrutado tanto de la belleza del paraje como del ambiente festivo, registrando la jornada del sábado una afluencia muy importante de visitantes.
La tarde del domingo se celebró la puja del mayordomo, recayendo el año que viene en Juan Antonio Alcaide y su hija María, que han recogido sus varas de manos de sus antecesores en la puerta de la Ermita de la Divina Pastora.