S. D. El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer tiene mucha juventud pero también experiencia. Una buena dosis llegó en la recta final del Campeonato con el retorno de Alejandro Millán y Javier Ollero, dos expertos en fases de ascenso que aunque se retiraron siguen en forma y con mucho que aportar al grupo. Con ellos llegó el jugador Asobal Diego Roque, cuyo perfil de juventud e ilusión ha encajado con el grupo al que ha comenzado aportar su calidad y lanzamiento. Con ellos la banda del PAN Moguer suena mejor y crece la esperanza de dar un buen festival de conciertos en Pontevedra ante Cisne, Elda y Carabanchel a partir de este viernes.
Alejandro Millán, que tiene mucha experiencia en fases de ascenso ve ésta como “un nuevo reto que afrontamos con mucha ilusión y responsabilidad por hacer las cosas bien, pero para nada presión” y con “la espinita de no haber ascendido en dos recientes fases de Gijón y Rentería”. Millán se ha sumado a un equipo que ha crecido porque los jugadores que lo integran “han creído en ellos mismos, el trabajo diario, la unión del grupo y la magnífica dirección de Fernando Castelló”.
Ha considerado la juventud del equipo más algo “positivo” que un hándicap en la fase, pues cuentan con “jóvenes con ganas de comerse a cualquier equipo y luchar al límite, aunque siempre con los pies en el suelo y sin dejarnos llevar por la euforia del momento”. Por el otro lado está el papel de los veteranos como él, que deben “trasmitir lo vivido en otras fases de ascenso, animar a los compañeros más jóvenes cuando las cosas no salgan, trasmitir tranquilidad y confianza, que jugando como sabemos podemos hacer cosas muy grandes”. En lo personal se ve “físicamente bien y con mucha confianza para poder ayudar al equipo en los minutos que esté en el campo”.
Para ascender el extremo moguereño ha señalado que deben tener “sobre todo confianza y no pánico por enfrentarse al equipo de casa, que contará con una afición volcada”. Es por ello que ve a Cisne como “el claro favorito” y ha creído que “el devenir de la fase marcará lo que hagamos con los anfitriones en el primer partido”. A esto ha añadido que “todos los equipos estarán con ganas de hacer una buena fase”.
De su experiencia en fases, Millán ha recordado que “he vivido las dos cara de la moneda” y que “es muy duro cuando no se consigue el objetivo marcado de ascender y es debido a diferentes aspectos, como el factor suerte, malos arbitrajes, nerviosismo de los jugadores…”. En esta ocasión vuelve a saber que “muy difícil ascender pero garantizo que este grupo de chavales van a darlo todo para conseguir algo bonito y de la mano de Fernando ya lo he conseguido una vez, así que por qué no una segunda”.
Diego Roque, que procedía del Puerto Sagunto de Asobal, y que aporta un salto de calidad al equipo, al que se ha adaptado muy bien, ha comentado sobre la fase de ascenso que “al grupo lo veo con muchísima ilusión. Estamos todos con unas ganas tremendas y si por nosotros fuera jugaríamos ya. Nos vemos muy preparados para ganarle a cualquier equipo”.
“Más que un grupo de jugadores es un grupo de amigos. Nos llevamos todos como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo y eso es lo que he sentido, ha indicado sobre lo que ha encontrado, pues “siento mucha confianza y me han acogido como si llevara toda la temporada aquí”.
Para lograr el ascenso el lateral alicantino ha considerado que “lo primero es que el equipo sea una familia y después jugar al balonmano bien y tener un poco de suerte, pero sin ser un buen grupo no se puede ir a ningún sitio”.
Esto es lo que ha encontrado en Moguer Roque, que ha detallado sobre las motivaciones que le llevaron a vestir de amarillo que “estaba teniendo pocos minutos en Puerto Sagunto y quería salir para formarme como jugador fuera de donde siempre ha sido mi casa. Para mí era una oportunidad venir a un club mítico como el Pedro Alonso Niño y cuando me contaron que pretendían buscar el ascenso no me lo pensé y vine al instante. Me dio pena dejar a al familia y a la afición pero creo que acerté”.
De su juego ha explicado que “puedo aportar lanzamiento exterior y juego, complementar en esa faceta tanto a Sergio Cruzado como a Alejandro Velazco. Estando los tres tenemos muchas alternativas en la primera línea y si estamos al máximo nivel podemos ganar partidos. Con tres lanzadores se genera variabilidad y más maneras de jugar. Yo vengo a ayudar siendo más en un equipo muy completo y al que no le falta de nada pero cuantos más seamos, mejor”.
Acerca de los rivales, por proximidad conoce bien al Elda. “He jugado de toda la vida contra ellos en las categorías inferiores y es un equipo muy duro y muy peleón, que aunque vayan perdiendo no dejan de intentarlo. Sólo tienen gente de allí y eso le da al equipo un coraje especial. A golpe de entrenamiento y esfuerzo han llegado donde están”. Del Cisne ha dicho que “tiene gente experimentada y muy joven y hemos visto en los videos que tienen mucha calidad”. Del Cararabanchel ha comentado que es “un mítico del balonmano. Es un equipo de los pies a la cabeza, tienen de todo: lanzadores, fintadores, gente rápida”. Ha añadido que “el Cisne es el más difícil pero el Carabanchel es el rival que más se nos puede atragantar”.
Roque ha señalado que “a pesar de la juventud este equipo tiene gente muy entera y serena. Yo he jugado partidos importantes con la selección española y la valenciana y este grupo durante toda la temporada han tenido partidos complicados”, por lo que aunque “es normal que todas tengamos nervios, creo que a este grupo le va a costar menos soltarse·. Además el entrenador “no nos va a dar ocasión de que nos engarrotemos, porque con su nivel de exigencia tan alto no vamos a pensar, sino solo salir a comernos el mundo y lo que tengamos delante”.
Javier Ollero, el otro jugador experto en fases de ascenso pues ascendió dos veces con el Ángel Ximénez, ve ante todo esta competición en Pontevedra como “una oportunidad” para un grupo joven que se creó “no sólo mirando la temporada sino más lejos. Todos se han puesto a trabajar y la recompensa ha llegado antes de lo esperado porque los jugadores atesoran calidad, humana y con el balón en las manos”.
“Una buena defensa y confiar en que se puede ganar aunque sea a 1.000 kilómetros del Zenobia” son a juicio de Ollero las claves junto con “el trabajo, el grupo y un entrenador muy pesado” para entender el éxito reciente y el futuro que puede venir del PAN Moguer.
Ha señalado que los jugadores amarillos son “jóvenes pero no inexpertos” y que es cierto que en una fase “los partidos que se deciden en los últimos minutos” y la veteranía es un aspecto a valorar, pero que también se juegan tres partidos en tres días “la juventud es un grado” y que también entra en juego que “las ganas que tienen los chavales por ser algo nuevo en sus carreras se debe de notar también”.
Para los veteranos como él el papel a desempeñar ha considerado que debe ser el de “dar sosiego y tranquilidad cuando hace falta y marcar el ritmo del partido”, pero ha matizado que “eso ya lo saben hacer los chicos. Sólo tienes que animarles cuando bajan y pararles los pies cuando suben. Son una especie de montaña rusa, aunque dentro de la pista son bastante maduros”.
Ollero sabe lo que es ascender varias veces y para ello hay que tener “ganas, corazón, fondo de armario… Y estar convencidos de que se pueden ganar los tres partidos” ante rivales que serán “duros, que son los tienen que estar en una fase”. Ha resaltado que “dar por favorito o cenicienta a alguien es un error”, aunque ha opinado que “los fuertes son los de casa y el resto a luchar por conquistarles”.
Ha manifestado que en una fase no hay dosificación de esfuerzos, sino que “hay que estar preparado para jugar al 120% el primer partido, el segundo se jugará con lo que quede, y el tercero con lo que quede del segundo”. También ha apuntado que ahora mismo “el equipo cuenta con más cambios que antes y eso lo notarán jugadores que han jugado 55 minutos por partido durante toda la temporada”.
Él, que ya ha paladeado las mieles del éxito, ha resaltado que “ascender es muy bonito, pero muchos de nuestros jugadores no lo saben, así que habrá q hacer lo que sea para q lo prueben”. Ha aprendido que “todo se resuelve en pequeños detalles, que tanto la jugada del minuto 1 como la del 59 son esenciales, q no hay rival pequeño, y q nunca debes dejar de confiar y creer en que se puede. Se puede siempre”.
Puestos a confiar en el ascenso Ollero cree en él porque “me gusta el grupo humano, la conexión que tienen los jugadores, ver cómo ha evolucionado el equipo, todo el apoyo que tenemos detrás”, así como porque “tenemos un entrenador ganador y eso los chicos lo están adquiriendo y me gustara celebrarlo con todos. Puede ser el año, porque todos los que participan en este club quieren”.