Redacción. El Ayuntamiento de Cala y la empresa del sector sanitario FYAmedical han presentado el proyecto ‘Andalucía, territorio cardioprotegido’ con el que se pretende formar a la población para que aprenda a salvar una vida en caso de accidente cardiovascular. Cada año se dan 70.000 casos de infartos en España, de los cuales un 30% fallece antes de la llegada de una ambulancia. La víctima de accidente cardiovascular tiene un 80% de probabilidades de sorbrevivir si en los primeros cinco minutos se le practica una reanimación cardiopulmonar.
Para el alcalde de Cala, Fidel Casilla, “es una gran satisfacción porque la población está volcada con estas jornadas formativas. Porque significa mejorar la calidad sanitaria de nuestros vecinos. Este proyecto es una apuesta por los derechos sociales y la salud pública de calidad, y que no haya ciudadanos de primera y segunda en función de la distancia a la que vivan del hospital más cercano”.
Tal como lo ha explicado el director general de FYAmedical, Francisco Molina, la única manera de salvar la vida en caso de accidente cardiorespiratorio es interviniendo con un desfibrilador, que es un aparato que da una descarga eléctrica para que el corazón vuelva a latir. Se trata de una tecnología que hasta hace poco estaba al alcance del personal sanitario pero que, a partir de ahora, también lo estará de todos los vecinos de Cala.
Asñi, según Molina, “el objetivo de Cala, Territorio cardioprotegido es que la propia ciudadanía pueda usarlo en caso de accidente cardiovascular grave”. Además, un aspecto esencial es que más de un 70% de los infartos se producen en la vía pública y en los propios domicilios entre las 20.00 y las 7.00 horas, por lo tanto “ahora todas las familias de Calas sabrán cómo deben actuar y tendrán un desfribrilador cerca las 24 horas del día los 365 días del año”, apunta el responsable de FYAmedical. Y añade que estamos hablando de una enfermedad, el infarto, que es tiempo dependiete,es decir, si se actúa en los primeros 5 minutos, hay un 87% de probabilidades de que la persona sobreviva. Cuantas más personas se formen, más vidas se podrán salvar”.
Durante el fin de semana, unos 700 vecinos de la localidad están participando en un curso formativo impartido por profesionales cualificados en reanimación cardiopulmonar, ya que la supervivencia de la víctima depende de varios factores: de si hay testigos que la puedan atender, de si estos testigos tienen la formación teóricopráctica en reanimación cardiopulmonar y de si conocen cómo usar un desfibrilador. De ahí la importancia de que las personas se formen en reanimación cardiopulmonar y aprendan a manejar el desfibrilador.
Un ejemplo es tal relevancia lo explica Antonia, una vecina de Cala, que hace 12 años vivió muy cerca una situación de extrema gravedad. Su marido sufrió un infarto en su casa, y tuvo que ser ella quien lo atendiera hasta que llegó la ambulancia. “Cuando le dio el infarto a mi marido lo pasé muy mal, estaba muy nerviosa porque no sabía qué hacer, y la ambulancia tardaba mucho en llegar. Ahora en cambio, ya sabría cómo actuar, además de que tengo la tranquilidad de que puedo ser yo misma quien use el desfibrilador, porque he aprendido a manejarlo”.