Carlos Palma, un onubense con grandes metas en el sur de Reino Unido

Leticia Camacho. Marcharse de Huelva sin billete de vuelta ha sido una de las decisiones más duras que Carlos Palma, un onubense que hace su vida al sur de Reino Unido, ha tomado jamás. A pesar de haberse independizado a los 17 años, el miedo a no poder comunicarse por no saber inglés lo paralizaba a la hora de hacer las maletas. Su tremendo afán de superación y una mezcla de necesidad a la hora de encontrar oportunidades laborales, le empujaron definitivamente a lo que es hoy su nueva vida, la de un onubense feliz aunque extrañe a diario los privilegios de su querida tierra.

–¿Fue muy duro tener que partir?

– De lo más duro que he hecho nunca. Siempre he sido una persona que he tenido muchas ganas de conocer mundo, pero realmente, no sé si por no tener necesidad o por no tener la valentía suficiente, nunca opté por hacer las maletas y recorrer mundo como tantas veces tenía en mi cabeza. Pienso que siempre me dio bastante miedo llegar a un sitio y no poderme comunicar con las demás personas por no saber inglés. Y eso que de pequeño estuve un año estudiando en un internado, lo que me dio fuerzas para ser una persona bastante independiente, pero llegó un punto de desesperación en la búsqueda de un empleo que no llegaba. Me costó porque además acababa de comenzar una relación con mi actual pareja, María del Carmen. Ella también quería prosperar y primero me vine yo, ya que lo tenía todo preparado con dos amigos, y cuando conseguí trabajo y casa, vino ella.

-¿Qué tal se te da el idioma?

-Cuando llegué, hace ya dos años y tres meses, no sabía hablar nada de inglés y si creía que sabía algo, en cuanto me bajé del avión corroboré que no tenía ni idea. Me sentí bastante asustado, porque me dio la sensación que tendría que volver rápidamente a España, ya que traía muy pocos ahorros y cuando fui a cambiar lo que llevaba por libras, me di cuenta de que llevaba aún menos (risas). Ahora soy consciente de que no sabía realmente dónde iba. Mis amigos y yo elegimos un lugar en el mapa por azar y pienso que elegimos Brighton porque es bastante conocido, pero nadie nos dijo que esto en comparación podría llegar a ser tan caro, y que encontrar una casa digna y asequible sería tan difícil.

-En estos momentos, sin embargo, seguro que piensas que ha merecido la pena…

-Desde luego que sí, hasta ese sufrimiento momentáneo del principio ha sido algo súper positivo. De hecho, ha sido y es la experiencia que más me ha hecho valorarme y ponerme cada vez nuevas metas, y todas han terminado cumpliéndose.

-En el terreno laboral, ¿cómo te ha ido?

-Encontré trabajo a las dos semanas de llegar. Comencé limpiando, como casi todos los que llegamos sin un nivel adecuado de inglés. Hay muchos trabajos que se pueden desempeñar sin tener conocimiento de la lengua, y la verdad que aquí están acostumbrados a que haya gente sin saber hablar inglés. Yo encontré trabajo rápido, pero mi novia más todavía: cuando fui a recogerla a la estación vi un letrero en una peluquería que necesitaban personal cualificado. Mandamos un correo electrónico y comenzó a trabajar allí al segundo día de pisar tierras inglesas.

-Muchos onubenses por el mundo nos cuentan que han cambiado varias veces de empleo, ¿te ha pasado lo mismo a ti?

-Para llevar dos año y pico aquí, creo que sí. A los tres meses de estar limpiando en un gimnasio, decidí intentar buscar otro empleo y comencé a trabajar en una empresa de mantenimiento con una furgoneta que me puso la empresa, y la verdad que decidí lanzarme al mundo de conducir por la izquierda, y me alegro muchísimo, porque fue un abanico de ideas. De ahí me surgió la idea de trabajar de taxista para los españoles con mi coche y la verdad que todo genial.

Actualmente mi novia y yo estamos trabajando en una empresa que se dedica a la venta de libros, música y videojuegos de segunda mano a nivel mundial, vía internet. Gracias a esta empresa hemos conseguido sentirnos como en casa porque a pesar de el gran número de trabajadores que tiene, y todos de lugares distintos de europa, todos tenemos algo en común, que hemos emigrado de nuestras ciudades buscando un futuro mejor. Hay mucho compañerismo.

-¿Te has acostumbrado al modo de vida british?

-Aquí somos muchísimos españoles, pero casi todos coincidimos en que como se vive en España, en ningún sitio. Sobre todo a los que nos gusta comer bien y que nos dé el sol a menudo. Yo sinceramente, el tema de la comida lo llevo bastante mal, ya que prácticamente se basan en pescado rebozado con patatas (fish and chips) y muchos establecimientos de comida rápida de diferentes países porque Inglaterra no es que tenga una gastronomía muy variada, y mi jamoncito y mis gambitas blancas se hacen querer mucho, y más a 2.500 km de casa. Respecto al clima…  pensaba que me gustaban los días de lluvia cuando estaba en España y encerrarme en casa a hacer algo, pero me he dado cuenta de que no. Aquí en cuanto sale un rayo de sol la gente se lanza a la playa corriendo, yo el primero. El problema es que sale el sol y a los 10 minutos está cayendo una tromba de agua espectacular…

-¿Cómo describirías el lugar en el que vives?

-Actualmente vivo en Brighton and Hove, un lugar precioso al sur de Inglaterra, al cual estamos súper agradecidos por que nos ha dado una gran oportunidad en la vida. Es una ciudad con un toque mágico y dentro de lo que menos me gusta de Inglaterra, que es el clima, yo la denominaría como la costa del sol inglesa. Dentro del mal tiempo, es donde mejor tiempo hace.

-¿Y su gente?

Los habitantes de aquí son de todos los continentes, razas y colores. Pero creo que el nivel de educación y respeto es impresionante. Me impactó ver a tanta gente junta y no escuchar voces. Por ejemplo, escuchar un claxon de un coche es algo rarísimo. Todo el mundo te da paso en la carretera y todo el mundo te da las gracias encendiendo los cuatro intermitentes. Vas hacer la compra y puedes decir siete veces thank you. Y cualquier persona puede decir más de 40 veces sorry en un día. Me resultaba un poco excesivo, pero como yo digo, más vale que sobre, que no que falte. Brighton and Hove es un sitio de mucho ambiente, aunque el problema de los ingleses es que beben desde muy temprano y no saben parar. En ese espacio de tiempo pierden un poco la compostura, pero bueno, como en todas partes.

-¿Cuál crees que es la imagen que tienen allí de España?

-Creo que como en casi todos lados: sol, cachondeo y paella. Aunque saben que somos muy trabajadores. Recuerdo una entrevista de trabajo en la que el jefe inglés me dijo que no quería contratar a ingleses en su empresa, lo cual me dejó muy impactado. Prefiero no sacar conclusiones.

-Tú que eres un hombre de metas, ¿cuál es la próxima que te has marcado?

-Mi objetivo en estos momentos es montar nuestra empresa de transporte para traer animales domésticos desde España a Inglaterra y viceversa, ya que traer animales Inglaterra resulta muy caro en avión y creo que hay mucha demanda. Pienso que sería una buena opción para poder volver a mi tierra y no perder el vínculo con este país, ya que tendría que visitarlo todos los meses. Inglaterra tiene muchas ventajas a la hora de montar un negocio y creo que hay que saber aprovecharlas. También veo como algo muy cercano el poder formar mi propia familia.

-¿Qué echas de menos? ¿Piensas volver a Huelva?

-¿Recomiendas al que se encuentra como tú al principio que pruebe el irse un tiempo al extranjero?

-Hombre, vivir fuera de tu ciudad un tiempo es una experiencia, evidentemente. Si nada te ata y tienes la oportunidad de vivir mundo, hazlo, eso no te lo va a quitar nadie. Y como yo digo, siempre se puede volver.

-¿Un mensaje para terminar?

-Un abrazo a todos mis paisanos, que sé que son muchos los que van a leer esto, que se os echa mucho de menos y que aquí tenéis todos vuestra casa, para quien se anime a vivir un poco de aventura en otro lugares.