Redacción. Años de historia rodean a la cooperativa Santa María Salomé de Bonares. Perteneciente a la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias de Huelva, Faeca, la cooperativa de Bonares forma parte también de la marca de garantía ‘Aceite de Huelva’, que promociona y defiende la imagen de una tradición olivarera, la onubense, cuyo aceite de oliva virgen extra ofrece unas fabulosas propiedades y un exquisito y exclusivo sabor.
Fundada por un grupo de 15 agricultores en 1957, ‘Santa María Salomé’ nació como una bodega de vinos. Es a comienzos de la década de los 60, cuando en sus instalaciones se introduce la sección de almazara, que surge de la necesidad de otros tantos agricultores que ven la necesidad de unirse en lo que se conocía como cámaras agrarias, figura antecesora de las actuales cooperativas.
De ahí que en 1962 se lance el primer aceite Salomé, un aceite elaborado a la antigua usanza, la del prensado, que presentaba una alta acidez puesto que la aceituna no podía molturarse al día, dadas las condiciones de la producción de aquella época. De hecho, cada turno contaba con una mano de obra de 6 personas y en un mismo día, dependiendo de la época del año, podía haber hasta 3 turnos.
Hoy día, las mejoras en las plantaciones y el sistema de fabricación del aceite han dado lugar a una situación radicalmente diferente. Del sistema de prensado mencionado anteriormente, se ha pasado a un sistema continuo en el que la mano de obra que se necesita es muy inferior a la de antaño. Es más, el proceso de elaboración, que incluye las fases de recepción, prensado a través de molinos de martillo, batido de la miga, centrifugado horizontal y vertical, almacenamiento, decantación y posterior envasado, no necesita la intervención humana en ningún momento.
De esta forma, en la campaña 2004-2005 se obtuvo el máximo en cuanto datos de producción. El gerente de la Cooperativa Santa María Salomé desde 1982, José María Bueno, aclara que «el máximo fue una producción de 1.700.000 kilos de aceituna, y del millón no se ha vuelto a bajar debido al auge del aceite, a la mejora en las plantaciones y a la comercialización exterior».
Por su parte, la última campaña, la de 2014, ha marcado una cifra de 1.491.514 kilos de aceituna, lo que se traduce en unos 280.000 kilos de aceite, con un rendimiento del 18,78%. Según asegura Bueno, «contando con la vecería, que a una campaña buena le sigue una mala, podemos decir que estamos satisfechos con la marcha de la elaboración de aceite. Este año los precios son buenos porque en Huelva, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros lugares, no hubo sobreproducción el año pasado y, en consecuencia, la producción de este año ha aumentado».
Centrándonos en el oro líquido que produce la cooperativa, son tres las variedades de aceituna más utilizadas en la elaboración del mismo. La variedad verdial, autóctona de Huelva, que, sin embargo, obliga a una producción cara, ha dejado de utilizarse en altas cantidades en favor de las variedades albequina y picual. Estas dos últimas poseen unas grandes propiedades organolépticas y una estabilidad duradera, que están dando grandes resultados.
Por otro lado, hablar de la cooperativa Santa María Salomé es hablar también de sus vinos y cereales, e incluso de la almendra, aunque la sección de almazara es la gran protagonista. Con 1300 socios y alrededor de 900 agricultores activos, procedentes de Niebla, Lucena o Rociana, entre otras localidades, la cooperativa sigue siendo todo un símbolo para su pueblo, Bonares, que desde el corazón del Condado de Huelva ha visto cómo la cooperativa ha crecido hasta conseguir un zumo de aceituna de excepcional calidad.