Redacción. La plaza de toros de Campofrío se encuentra actualmente en trámite para ser declarada Bien de Interés Cultural. Así, con el fin de reconocer esta nueva situación administrativa de protección y apoyar la gestión de la actual corporación municipal en su conservación, el delegado territorial de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Vicente Zarza, la ha visitado acompañado por la alcaldesa de Campofrío, Mercedes López.
Tras la Resolución de 27 de febrero de 2015 de la Secretaría General de Cultura de la Junta de Andalucía, se ha incoado el procedimiento para la inscripción de la plaza en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, dada sus características y valores patrimoniales, así como sus necesidades específicas de tutela.
El inmueble, construido en 1717, es un exponente de valores históricos, artísticos y etnológicos, además de constituir un referente identitario para su población y territorio. Se trata de la edificación más antigua conservada en el municipio y una de las más añosas de la comarca serrana, habiéndose constatado también la actividad de la lidia en el municipio en épocas mas pretéritas, practicada en recintos de arquitectura efímera. Configurada como muestra relevante de arquitectura popular levantada junto al casco urbano de la localidad, se encuentra en el paraje conocido como el Chorrero, lo cual ha generado un crecimiento urbano que actúa como elemento de referencia, de modo que hoy día está inserto en uno de los extremos del casco urbano.
Por otra parte y dada la antigüedad de la plaza, ésta constituye un lugar de reunión de la población, donde tradicionalmente se desarrollan fiestas, ceremonias y eventos, forjándose como un espacio de singular importancia etnológica, ya que desde sus orígenes en el siglo XVIII ha ocupado un lugar central, desde el punto de vista lúdico y cultural, en la vida del municipio. Campofrío se caracteriza por ser pionero y centro de referencia, en cuanto a tradición taurina en la provincia, como así lo reflejan los dos estoques representados en su escudo municipal.
Con un diámetro exterior de 60 metros, el coso taurino presenta una arquitectura sobria y sencilla donde predomina la funcionalidad concreta de la lidia de toros y para ello se compone de un tendido o graderío, barrera, callejón, burladero, presidencia, toriles y corrales. Su altura es muy contenida y no se eleva del terreno más que 2,5 metros, excepto en la portada y los toriles.