Javier Losa. La Merced se abría este Lunes Santo, a las 20.30 horas, con motivo de la procesión de la Real Hermandad de Jesús Cautivo, Cristo de la Buena Muerte y María Santísima del Rosario.
Ante la atenta mirada de los devotos que se dieron cita ante las puertas del templo inició su salida en primer lugar el misterio de Jesús Cautivo, que este año, estrena nuevo paso. Acompañado por la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte, el paso de esta imagen del escultor Antonio León Ortega, iba adornado por claveles rojos.
La procesión continuó con la salida del Cristo de la Buena Muerte, una talla anónima del siglo XVIII. Sobre un monte de claveles rojos, iba acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Expiración de Huelva.
Por último, inició su procesionó el palio de María Santísima del Rosario, también del ayamontino León Ortega, adornado con claveles blancos y con la Banda de Música Ciudad de Ayamonte como acompañamiento musical.
El hábito de nazareno de esta hermandad es de color negro con botonadura en blanco, antifaz blanco con el escudo de la hermandad bordado en el pectoral y con una altura mínima de un metro. Todo esto se complementa con ancho cinturón de esparto y alpargatas negras.
Una hermandad que procesionó con 300 nazarenos aproximadamente, en la que transcurre como lugares como la Parroquia de las Angustias, el convento de las Hermanas de la Cruz, la esquina de la Peña (un lugar muy cofrade de la Semana Santa ayamontina), y por la calle Felipe Hidalgo, lugar donde se reúne, una gran multitud de personas esperando el retorno de las imágenes a su templo.