Juan Carlos Jara/@jucara71.El Tribunal Supremo ha dado un serio revés, por el momento, al proyecto de obras para el dragado del Guadalquivir, que pretende aumentar la profundidad del río y permitir así la llegada de buques de mayor calado hasta el puerto de Sevilla. La sentencia muestra la preocupación por las repercusiones negativas que esta actuación podría tener en materia medioambiental para un entorno de gran valor ecológico y que incluye el Parque Nacional de Doñana.
Ante este contratiempo para el proyecto, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, se apresuró la pasada semana a dejar una puerta abierta para la posible ejecución de esta obra en el futuro, mostrando un llamativo interés al asegurar que mientras se pueda continuar alegando “siguen existiendo opciones” de llevar a cabo este dragado.
No sé si el proyecto de profundización se acabará realizando –aunque tengo claro desde hace bastante tiempo cuál sería mi apuesta en este sentido-, pero me sorprende enormemente el empeño que desde determinadas administraciones se está poniendo sobre la mesa para propiciar un aumento del tráfico en las instalaciones portuarias hispalenses pese a existir, a muy escasa distancia, otros enclaves marítimos que pueden acoger a grandes buques.
Si ya de por sí me resulta muy significativo que se insista en continuar adelante con un proyecto que ofrece dudas tan serias sobre su impacto medioambiental en una zona en la que ya se han descartado otras obras más necesarias, priorizar esfuerzos en este sentido, existiendo muchas infraestructuras pendientes en provincias limítrofes tan necesitadas como Huelva o Cádiz, supone, bajo mi punto de vista, una falta de respeto.
En el caso concreto de la provincia onubense, si las administraciones públicas mostrasen una actitud y un empeño semejantes al que se está ofreciendo en el caso del dragado del Guadalquivir, el deseado desarrollo de las infraestructuras que resultan ya imprescindibles para esta tierra sería pronto una realidad y tendríamos ante nosotros, sin duda alguna, una mejora de gran calado para nuestra economía. Ojalá lo veamos.