P.C.G. A Rocío Márquez no hay quien la pare. Hace escasos días la cantaora onubense triunfaba en el Teatro Real de Madrid con un espectáculo propio en torno a la figura del poeta granadino Federico García Lorca; en breve -el próximo 22 de marzo– tiene una cita con el Shakespeare’s Globe Theatre de Londres y mientras Francia se ha rendido una vez más a su talento flamenco y a la original propuesta de su trabajo ‘El Niño. Andando por los Campos Marcheneros’, que sigue cosechando toda clase de elogios.
Elogios y éxitos en forma de ventas. Y es que la semana pasada ‘El Niño’ fue número 1 de ventas de los discos en las tiendas Fnac en Francia -ahora está enel número 4- y 61 en todos los estilos.
La cantaora está muy agadecida a un país, en el que confiesa sentirse «como en casa»: «Millones de gracias al público francés, a todos mis amigos de este país que siento tan mío, y al equipo maravilloso que lo está haciendo posible. A ViaVox y en especial a Nicolas Bonnard, Frédérique Miguel y Luc Generay. ¡Muchas gracias!».
La reseña de su disco en la página web de Fnac recoge literalmente: «Rocío Márquez ha conseguido algo increíble: poner a todo el mundo de acuerdo. Los neófitos, a los que abre inmediatamente, por la pureza y el dulzor de su voz, las puertas de un mundo, el Flamenco a menudo juzgado de duro y hermético. A los exigentes aficionados, convencidos por su talento y su maestría en los palos más rítmicos y a los flamencos más ortodoxos».
Y sigue: «Intensidad en la interpretación, melismas sutiles, claridad de voz excepcional, sencillez y precisión en el cante: efectos lejanos de seducción de los que es fácil abusar. Rocío Márquez ha elegido el camino del arte puro, despojado y sincero. La joven andaluza nacida en Huelva en 1985 desafía todos los clichés. Paya, rubia y con los ojos verdes, canta flamenco desde que tenía nueve años sin tener en cuenta las palabras chirriantes que declaraban que su aspecto no se ajusta a los supuestos cánones de una cantaora. Alejándose de la expresión torturada, a menudo asociada con el cante jondo, su voz clara sube más fácilmente hacia el cielo que refleja la negrura del abismo».
Para terminar diciendo: «En 2012, el lanzamiento de su primer álbum ‘Claridad’ la impulsa junto a Paco de Lucía, Enrique Morente y Miguel Poveda al exclusivo club de los no gitanos que son capaces de imponerse en el mundo del flamenco abriéndolo al gran público. Su decisión de colocar su nuevo álbum ‘El Niño’ – lanzado el 2 de febrero 2015 – bajo la estrella Pepe Marchena ( 1903-1976 ), Rocío Márquez se posiciona claramente en la familia de los renovadores del flamenco , al tiempo que afirma una visión noble y popular del arte».