Redacción. Punta Umbría conmemoró ayer el Día Internacional de la Mujer con la entrega de los premios ‘8 de marzo’, que recayeron en el establecimiento Modas Belissa de las hermanas Isabel y Belli Carrillo, la asociación ‘Abriendo camino’ y Lole Ruiz Pomares ‘Frasquita’, con una mención especial a la solidaridad de los voluntarios de la asociación ‘Resurrección’.
Con este evento comienza el programa de actividades municipales para conmemorar esta significativa fecha, que se extenderá durante todo el mes.
El alcalde, Gonzalo Rodríguez Nevado, resaltó el trabajo por la igualdad “como uno de los pilares de mi equipo”, aludiendo a que “los que tenemos algún tipo de responsabilidad pública estamos obligados a luchar por esa igualdad real”. En este sentido, la concejala delegada de Mujer, Aurora Águedo, incidió en el lema del Instituto Andaluz de la Mujer para este 8 de marzo : ‘Tus derechos, tu libertad, legado de grandes mujeres’, haciendo hincapié en que “todas y todos miremos siempre con gafas de género, para que ahora y siempre la igualdad tenga el acento que se merece”.
Como premio a la mujer empresaria, Modas Belissa lleva quince años vendiendo ropa de señora y caballero en la Avenida de Andalucía. Según afirman las hermanas Carrillo, agradecen el reconocimiento “en momentos difíciles para el comercio”, en los que “defendemos el negocio como podemos”.
Resaltando la labor de las mujeres en participación ciudadana, habría que remontarse al mes de marzo del año 2009 para hablar de los inicios de ‘Abriendo Camino’, cuando un grupo de ellas decidió unirse para hacer una convivencia al recinto de la Romería, haciendo el camino andando desde el pueblo. Aquel germen ha sido capaz de unir a más de 200. Y, a partir del pasado 18 de mayo de 2014, coincidiendo con el domingo de Romería, hicieron público que habían decidido dar el paso para convertirse en asociación. Desde entonces, realizan distintas iniciativas para ayudar a los más necesitados. Ejemplo de madre y ama de casa, Lole ‘Frasquita’ ha tenido seis hijos, diez nietos y dos biznietos. Una hija falleció y ella se quedó a cargo de sus tres hijos. Está casada con un marinero ya jubilado y siempre ha sido ama de casa. Cada día tiene a un regimiento para comer, de forma que incluso tiene que establecer turnos, pero ese gentío en casa le llena de vida.
Por su parte, el Centro de Recursos para el Voluntariado de Resurrección, que funciona desde 2013, ha dotado al pueblo de un nutrido grupo de personas solidarias dispuestas a colaborar en lo que se necesite. Para estar formados, la entidad ha organizado diversos cursos, que han conseguido igualmente orientar a los vecinos y vecinas con inquietudes solidarias y ponerles en contacto con entidades que necesitan de su acción.