P.C.G. La biografía de Francisco Monís Morales apenas se escribe en 29 años de vida y no es mucha la información que se puede encontrar sobre ella. Sin embargo el legado de su obra, en tan solo seis años de carrera profesional como arquitecto, aún se mantiene vivo para transmitir la relevancia que su figura tuvo para el paisaje urbanístico de Huelva.
El arquitecto Monís, como le recuerda una céntrica calle de la capital onubense, nació en Huelva el 4 de septiembre de 1879 y comenzó su carrera en Madrid, donde obtuvo el título a la edad de 23 años, en junio de 1902, apenas unos meses más tarde, el 26 de septiembre, celebraba su nombramiento como arquitecto municipal de Huelva.
Dejó su huella en edificios tan emblemáticos como el hotel París, el edificio que es la actual sede del sindicato UGT en la calle Puerto y en la plaza de las Monjas, de cuya reforma se encargó en 1907. El 21 de diciembre de 1908 fallecía en Lisboa, a la edad de 29 años.
El legado que dejó Francisco Monís Morales bien podría constituir una ruta turístico-arquitectónica destacable en el centro de Huelva, aunque sus obras comenzaron con el Lazareto Municipal, construido entre 1903 y 1905 y continuaron con el mencionado edificio neoclásico de la calle Puerto en la que actualmente se encuentran las oficinas del sindicato UGT. Este edificio se encuentra incluido en el archivo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Después llegó en 1907 la renovación en 1907 de la plaza de las Monjas y su reconversión en espacio público. Una plaza de las Monjas, para la que un año antes (1906) había diseñado un kiosko de música, y que se vería sometida a posteriores remodelaciones y cambios como la inclusión de la Fuente Magna en 1942.
La Guía de la Arquitectuta de Huelva, elaborada por el Colegio de Arquitectos de huelva, también le atribuye un edificio, una casa particular ubicada en la calle Palacio -concretamente en el número 4- cuya fecha exacta de construcción y autoría del mismo se desconocen exactamente. La hipótesis de esta publicación se sustenta en el parecido con el que construyó en 1903: el número 19 de la calle Vázquez López, un edificio emblemático de la arquitectura civil onubense, con forjados de T. Morrison.
Asimismo, fue el autor de las escuelas gratuitas de la calle Fernando el Católico, del proyecto del cementerio de la Soledad y de un sinfín de casas particulares que salpican distintas calles del centro de Huelva, así como un buen número de proyectos, entre los que se incluyen, tal y como recoge Domingo Martín Gómez en su Callecedario: «el de la traída de aguas del lugar conocido como Noria Farias», cerca del término municipal de Gibraleón.
Hotel París
Pero si hay un edificio, una obra arquitectónica eternamente ligada a su figura y singular dentro de la fisonomía urbanística de Huelva, ese es sin duda el hotel París, también conocido como Casa de la Bola. Francisco Monís Morales o Monís y Morales como aparece recogido en algunos documentos, firmó el proyecto de construcción de una de las joyas del patrimonio arquitectónico de la capital onubense.
Este palacete fue un encargo de Antonio García Ramos al arquitecto onubense, que diseñó dos edificios o dos sectores. El denominado número 1 se destinó a viviendas y comercios y el número 2 fue el hotel propiamente dicho, que es el que tiene la singular cúpula esférica en tres cuartos, como remate.
Lo más característico de esta obra de Francisco Monís es la fachada contiene elementos clasicistas y modernistas, entre los que destaca el ladrillo visto y los azulejos.
4 comentarios en «Francisco Monís, la breve pero destacada labor de un gran arquitecto onubense»
La zona de la calle Fernando el Católico, la suya propia y Ricardo Velázquez eran toda obra suya. Incluída, si no me equivoco, la casa de Díaz Hierro, legada por el historiador a la ciudad de Huelva para su uso como museo, y que el Ayuntamiento tiene previsto derribar desde hace algún tiempo. Si se va a contar, que se cuente todo… Porque de la obra de este arquitecto, como casi todo en Huelva, queda bien poco. Además, hablar de la fachada del Hotel París no es poner un ejemplo. Es que la fachada es todo lo que hoy existe. Viendo la misma y sabiendo que proviene de la época de las artes decorativas, no hay que esforzarse mucho para imaginarse las noblezas que tendría por dentro. Pero de qué fue de sus cierres de forja y de sus elementos interiores no se habla ni se investiga. Al derribarlo y dejar la fachada, en realidad se conservó algo así como el 10% del edificio. El otro 90, pues ido entre escombros y expolio.
Muchas gracias por tu valiosa información,. !Que poco valoramos nuestro patrimonio ! Como arquitecto y familia de Francisco Monís, para mi el tío Paco, me produce una rabia difícil de contener. La falta de sensibilidad y la voracidad de nuestras instituciones no tiene límite…
Lo terrible es que es generalizado en toda España. Te recomiendo el libro de Andrés Rubio España fea»
Julián Manzano-Monís -arquitecto
En el pie de foto podemos leer «vista aerea». Más bien será vista desde el cabezo de la horca. Un saludo.
El arquitecto Francisco Monís fue autor, además, de la remodelación/adaptación del mercado del Paseo Santa Fe para su uso como Escuela de Artes y Oficios Artísticos en 1911, adecuando el uso original de mercado de abastos para los nuevos fines docentes.