S. D. El último muro que le queda por derribar a Carolina: Saina Newhal. La hindú, a la que nunca ha ganado la onubense, será su rival en la final del Yonex All England Open en Birmingham, a la que accedió tras vencer en la semifinal a la representante de China Taipei (Taiwan), Tai Tzu Ying, en dos sets, 21-18 y 21-11, en 39 minutos.
La carrera deportiva de Carolina está marcada por su constante derribo de muros, de hazañas imposibles logradas, de logros inalcanzables al principio, realidad palmaria con el tiempo. Apuntaba para grande, cuando la disputa de unas Juegos Olímpicos era solo un sueño, qué decir de pelear de tú a tú con las poderosas jugadoras danesas o alemanas, porque lo de luchar con las asiática era una quimera.
Con el paso del tiempo Carolina ha ido derribando todos esos muros, además de ir escalando posiciones en el ránking, y le plantaba cara, cada día un poco más, a las asiáticas, hasta el punto álgido vivido una tarde de domingo de agosto en España con su triunfo en el Campeonato del Mundo.
Con Carolina Marín en la elite del bádminton mundial, aún le queda un salto más: derribar el muro que supone la hindú Saina Newhal, rival a la que nunca ha ganado, y con la que se cita este domingo en Birmingham para la disputa de la final del Yonex All England Open, un Superseries, el ‘Wimbledon’ del bádminton mundial. Y eso es así, después de coronar con un triunfo implacable (21-18 y 21-11) ante la jugadora de Taiwan, Tai Tzu Ying, con quien llegó a las semifinales con un empate en los precedentes.
Carolina tiene marcado en rojo este torneo. El hecho de que nunca hasta ahora había superado la primera ronda -otro muro que cayó-, le había dado ese plus de motivación que en cada partido que juega lo pone de manifiesto. Ante la taiwanesa quedó de manifiesto, aunque el choque tuviera, al menos en su primera manga, tuviera una digestión lenta. Y eso que en el arranque fue la de Huelva la primera que dio (4-2), respondiendo bien la asiática que se colocó por delante con un 7-8. Nuevo arreón de Carolina para colocarse tres arriba (11-8), y otra vez reacción de la combativa taiwanesa que empató a 13, y que continuó su marcha con un parcial de 2-9, para dejar el marcador en un inquietante 13-17. Fue el detonante del mejor juego de Carolina, quien con otro parcial incontestable de 8-1, cerró la manga por 21-18.
Con la moral que le dio la reacción final en el primer set, comenzó Carolina el segundo, si bien el equilibrio fue la nota dominante al principio (5-5). Hasta ahí llegó la resistencia de Tai Tzu Ying. La onubense, con un 6-0 de parcial, empezó a decantar la balanza a su favor, ya de manera definitiva (11-5). En esa renta se amparó la onubense para seguir jugando su mejor bádminton, haciendo imposible cualquier reacción de la asiática, que acabó cediendo el set (21-11) y por ende el partido.
En el horizonte de Carolina sólo queda ya Saina Newhal, la misión imposible hasta ahora, aunque ya en el último choque entre ambas, con la hindú como local y empujada por miles de enfervorecidos hinchas, tuvo que llegar a un apretado tercer set para ganar, con salvación incluida de volantes de partido en un segundo set para recordar. El último muro de Carolina.