Florencia Reyes. En muchas ocasiones no somos conscientes de la riqueza de nuestro entorno hasta que una persona ajena a éste se interesa por él. Es en este momento cuando te pones a investigar y descubres que perteneces a un lugar privilegiado, no sólo por la riqueza de nuestros paisajes, de nuestro entorno o la sencillez de nuestras gentes, sino también por los valores que nacen en un pueblo pequeño, aquellos que forman parte de tu forma de ser y que te acompañan el resto de tu vida.
Hace unos meses, elegí estudiar la Iglesia de Ntra. Señora de Consolación como recurso turístico en uno de los trabajos que me encomendaron en la Universidad de Huelva. Fue el Doctor en Geografía, Francisco Javier García Delgado, natural de Los Romeros, quien me animó a ello, ya que su respuesta fue: “Sus pinturas son muy interesantes”. Con esto quiero señalar que hay personas que valoran los recursos de los que disponemos en la Sierra de Huelva y, por ello, debe ser razón suficiente para valorarlos y sentirnos orgullosos de formar parte de la historia y de su antigüedad.
Nuestra parroquia se trata de un lugar histórico de gran riqueza arquitectónica y artística. Se encuentra situada en la parte más elevada del pueblo. Para los panzones es un lugar de culto y tradición religiosa. Data de finales del siglo XIV, siendo uno de los edificios religiosos más significativos de la Sierra de Huelva, ya que cuenta con numerosas imágenes en su interior, así como pinturas de entre los siglos XV y XVI. Estas pinturas han sido ampliamente estudiadas por Rodolfo Recio en su obra Las pinturas de Hinojales (1981).
Características de gestión, intervenciones y categoría de protección. Al ser nuestro municipio muy pequeño, hay una gran facilidad a la hora de visitarlo en caso de que haya personas interesadas en éste. La iglesia ha sufrido dos grandes restauraciones en nuestros días, tanto a nivel artístico como mantenimiento de su interior. Por un lado, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía junto con el Obispado de Huelva se ponen de acuerdo con el Ayuntamiento de nuestra localidad para llevar a cabo la restauración de las pinturas murales que se encuentran en las paredes de la nave central de la iglesia (halladas en 1967). Esta intervención consistió en realizar una limpieza superficial de las pinturas, aplicando para ello diferentes técnicas. Por otro, recientemente se ha producido la restauración del suelo y de diferentes partes del edificio (altar y otra de las naves contiguas). Aunque el edificio no se encuentra oficialmente protegido, aparece en la página del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), la cual puede ser consultada por todo aquel que se encuentre interesado en nuestro patrimonio cultural.
La construcción de la iglesia comenzó a finales del siglo XIV, estando terminada en el último cuarto del siglo XV o principios del XVI. Se dice que la iglesia fue un castillo en un principio y que ésta se construyó sobre las ruinas de éste. Esta idea surge de la mano de un documento hallado que muestra a nuestro pueblo con una fortaleza defensiva. El edifico sufrió dos reconstrucciones: la primera en el siglo XVII, concretamente en el año 1635, año en que se construyó la sacristía. La segunda en el siglo XVIII, en que se sustituyeron los viejos pilares de ladrillos y mampuestos por las columnas de mármol que presenta hoy día.
Si queremos que personas de otros lugares conozcan lo que este lugar puede dar como recurso turístico, debemos plantearnos qué podemos ofrecer como equipamiento y servicios, así como alojamiento e infraestructuras turísticas. En primer lugar, la Iglesia se encuentra en un emplazamiento privilegiado del pueblo, desde el mirador se pueden ver los pueblos cercanos y las estribaciones de Sierra Morena, una zona espectacular para disfrutar del paisaje serrano de dehesas, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO (Dehesas de Sierra Morena). En cuanto al alojamiento, se encuentra vinculado a lugares cercanos que prestan este servicio como puede ser el Hostal Sierra Tórtola y numerosas casas rurales repartidas por el pueblo.
Es un recurso de gran belleza para ser visitado, posee una gran riqueza cultural y antigüedad. Es recomendable que aquellas personas que tengan interés en conocerlo se documenten mínimamente sobre la historia existente, así estarán informados de antemano de las mejoras que se han llevado a cabo tanto en la antigüedad, como en los últimos tiempos.
Para los que somos de Hinojales, debe ser un signo de identidad. Si bien es cierto que nuestros recursos son limitados y que nos encontramos en un lugar difícil de localizar por nuestra situación geográfica, pero no por ello debemos dejar de sacarle partido a lo que es nuestro, a aquello que se conserva generación tras generación.
Démonos a conocer a través del turismo rural, ofreciendo un producto de calidad en el que se incluya nuestra parroquia como un lugar interesante para el turista y para aquellos viajeros que decidan visitar el pueblo de Hinojales.