Redacción. Esta semana han comenzado esta mañana las visitas guiadas que todos los miércoles del mes de marzo se ofrecerán a la Parroquia de La Concepción, con motivo de su 500 aniversario. Una iniciativa dirigida por el informador turístico José María Maldonado.
El concejal de Turismo, Ángel Sánchez, ha destacado “la excelente respuesta ciudadana a esta convocatoria, en la que es necesario inscribirse antes, y en la que han participado un grupo de la Asociación Amigos del Museo y varios particulares”.
De 9.30 horas a 11.00 horas los participantes han realizado un recorrido histórico por todos los rincones de un templo de 1.515 que fue mandado a construir por Cristóbal Dorantes para culminar el proceso de reurbanización de la ciudad. Una iglesia que perdió la mayor parte de su arquitectura original y de su sus enseres, como consecuencia del terremoto de Lisboa y de la Guerra Civil con un incendio que duró hasta tres días.
La visita parte por un análisis de la fachada del siglo XVIII, que enmascara la gótico-mudéjar anterior. En ella destaca una escultura de la Inmaculada, flanqueadas por columnas de de estilo dórico, un ojo de buey, un aletón más arriba y dos saeteras reutilizadas de origen medieval. La fachada de la calle Concepción es obra del arquitecto Silva y la de Méndez Núñez de Figueroa, igual que la Parroquia Mayor de San Pedro.
En cuanto a los azulejos, uno de ellos es una Inmaculada de Mensaque Rodríguez Cía de 1939, que se coloca tras la destrucción de la iglesia. Y, a mano derecha, hay otro del Nazarero del año 1.927, pero con la imagen del siglo XVII, destruida en 1936 y procedente del taller de Talavera de la Reina de Lunas Rojas.
Ya en el interior, se explican las numerosas remodelaciones y retoques a lo largo de la historia de una iglesia de cruz basilical, con tres cuerpos separados por arcos de medio punto, donde la nave principal es el doble y más alta que las laterales, siguiendo el modelo del gótico mudéjar sevillano.
Entre las curiosidades, el informador ha destacado la existencia de un porche o nártex en el siglo XVII, donde se quedaban los no bautizados y se enterraban a los no nacidos, y la autoría de las vidrieras que, al igual que los de San Pedro y Nuestra Señora del Mar, proceden de la empresa La Veneciana.
Junto con el coro, que ha despertado una gran curiosidad en los participantes, también ha habido una parada cerca del altar para explicar la placa referente al capitán Garrocho, que tras adquirir el patronazgo de la capilla del convento de San Francisco, propició que la clientela marinera se desviara a este templo, perjudicando a La Concepción.
En el transcurso de esta visita, también se explica cómo este templo fue el primer lugar en todo el orbe católico donde se defendió el culto a la Inmaculada Concepción. Durante todo el siglo XVIII fue un hecho real el patronato de la Concepción sobre el Cabildo secular y en el siglo XIX fue considerada como especial patrona de Huelva, no reconocido formalmente.