P. G. Ganó el Recre. La mejor noticia. Más de tres meses después, en las que disputó trece jornadas sin conocer la victoria, el Recreativo de Huelva se aferró al clavo ardiendo de su fe para, por fin, sumar los tres puntos en litigio en la ‘final’ ante el Racing, como así lo vio Pavón, que logró así su primer triunfo como técnico albiazul. Un gol de Caye Quintana, como el partido, nada vistoso, a seis minutos del final, hizo posible esta victoria que abre la puerta de la esperanza a un equipo albiazul que quiere ver la luz en el túnel.
El aficionado del Recre está hecho de otra pasta. Sufre, sufre y sufre como dura, dura y dura las pilas de Duracell. Ante el Racing se autoimpuso la necesidad de apoyar a su gente, de estar con ellos en, quien sabe, sus últimas horas -ojalá que no-, y peleó como el primero en pos de una victoria que ya quedaba sólo en el recuerdo.
Desde que en noviembre venció al Albacete, el Recre ha sido un alma en pena hasta comenzar el partido con el Racing siendo el último de la fila. Si había una final de finales, era ésta. Lo entendió el Decano, si bien, justo es decirlo, quien tuvo las ocasiones más claras fue su oponente. Incluyan un remate de Saúl al larguero en el saque de una falta, en el primer tiempo; y un balón sacado bajo palos por Diego Jiménez, tras lanzamiento de Quique González, después de superar a Rubén Gálvez en su salida.
Da igual. O tiene que dar igual. El Recre fue quien se llevó los tres puntos, amparados en su fe, en sus ganas, en que siempre quiso, aunque casi nunca pudiera, y también en esa pequeña dosis de fortuna -que tantas veces fue en contra- que le permitieron marcar uno de los goles más extraños de la Liga… Pero ¡¡¡ qué bonito fue !!!
Fernando Vega, en el lateral izquierdo; Dani Molina y Antonio Domínguez, en la medular, fueron las caras nuevas en el once albiazul que, en los primeros compases, llevó la iniciativa, se le vio más metido, más enchufado, con el mencionado Domínguez y Pedro Ríos muy activos arriba. Pero eso fue un fuego de artificio, porque pasado el primer cuarto de hora, el plomo que tiene en las botas los jugadores del Recre empezó a dificultar sus acciones, al tiempo que el Racing, que también se la jugaba, se fue soltando y a llegar, si no con peligro, con cierta frecuencia, a las inmediaciones de Rubén Gálvez.
Claro que el peligro acabó llevándolo. En esa acción mencionada de Saúl (29′) que murió en el larguero, y en otra a renglón seguido (30′), en la que Quique González merodeó el gol.
De ahí al descanso, nada de nada. Mejor para el Recre a tenor de lo visto. Equilibrio de fuerzas, las defensa imponiéndose a los ataques, y todos, absolutamente todos, minimizando riesgos. 0-0 al descanso, lo normal.
La salida del Recre en el segundo periodo fue otra cosa. Brillantez poca, pero empuje todo. Gracias a eso, tanto Pedro Ríos como Álvaro Antón probaron fortuna… sin fortuna. Pero era un Recre diferente, presionando más arriba, no dejando salir al Racing y merodeando el área de Mario Fernández, que sólo se vio inquietado, eso sí, con algunos balones bombeados fáciles para él o para sus compañeros de zaga.
Curioso esto del fútbol. Por mucho que quisiera el Recre, quien otra vez se encontró con una clara ocasión fue el Racing (72′). Balón a la espalda de los centrales albiazules que aprovecha Quique González para superar en su salida a Rubén Gálvez, aunque escorándose un poco, lo suficiente como para que su disparo no fuera el mejor posible, dando opciones a Diego Jiménez de ejercer de Ángel de la Guarda despejando bajo palos.
Antonio Núñez y Caye Quintana fueros las soluciones de Pavón para el último arreón albiazul. Le salió bien. Porque el canterano, seis minutos después de entrar en el terreno de juego, cazó un balón cuyo valor puede ir creciendo conforme pasen los partidos. Un centro de Pedro Ríos no pudo ser rematado por Antonio Domínguez, que chocó con Mario Fernández, la pelota se quedó sin dueño por el área, hasta que Caye Quintana le pegara con todo el alma y, tras dar en dos defensas bajo los palos, entrar en el portal racinguista, para alegría y goce de aquellos aficionados que aguantaron el tirón sin la taquicardia inherente a la jugada.
Explosión de júbilo que, además, llevó adherida la expulsión del meta Mario Fernández, que protestó la acción de Domínguez y reclamó falta. El Recre se encontró con el partido de cara (1-0) y el rival con uno menos. Apretó los dientes, juntó las líneas, se aferró al clavo ardiendo de ganar por lo civil o por lo criminal, y supo llevar a buen puerto el partido, manteniendo su renta de oro molido, y acabar, más de tres meses después, con una victoria. Una trabajada, agónica, pero necesaria victoria.
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Córcoles, Menosse, Diego Jiménez, Fernando Vega (Caye Quintana, 78′); Dani Molina (Manu Molina, 88′), Montoro; Pedro Ríos, Álvaro Antón (Antonio Núñez, 64′), Antonio Domínguez; Braulio.
RACING DE SANTANDER: Mario Fernández; Orfila, Juanpe, Bernardo, Saúl; Fede San Emeterio, Andreu, David Concha (Germán, 86′), Álvaro García (Mariano, 58′); Miguélez (Iván Moreno, 73′), Quique González.
Árbitro: Pizarro Gómez (colegio madrileño). Expulsó por doble amonestación al meta del Racing, Mario Fernández (73′ y 86′). Mostró la cartulina amarilla a Fernando Vega (23′), Álvaro Antón (51′), Diego Jiménez (94′), por el Recreativo; y a Mario (73′), por el Racing.
Gol: 1-0 (84′) Caye Quintana remacha desde el punto de penalti, tras varios rechaces.
Incidencias: Partido correspondiente a la 27ª jornada en Segunda División jugado en el Nuevo Colombino, y al que asistieron 5.457 espectadores.