HBN. Nico Montero ya tiene su premio ¡Bravo! de Música 2014. Lo recogió el pasado 28 de enero en una ceremonia organizada en Madrid por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS), institución que cada año entrega estos galardones con los que la Iglesia reconoce «la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.
Personalidades de la música como Monserrat Caballé e instituciones como el Orfeón Donostiarra han sido acreedores de estos premios en la categoría de música, a lo largo de sus distintas ediciones.
En 2014 el obispo de Lleida y miembro de la CEMCS, Joan Piris Frigola, ha presidido un jurado compuesto por el decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, Fernando Martínez Vallvey; el presidente de la Unión de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E), Rafael Ortega; el director de la revista ‘Ecclesia’, Jesús de las Heras; el director editorial y adjunto al Presidente de la Cadena COPE, José Luis Restán; el director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, Isidro Catela; el director del Departamento de Cine de la CEMCS, Juan Orellana; el director de la B.A.C, Carlos Granados; el director del departamento de Prensa de la CEMCS, Ulises Bellón, y el director del Secretariado de la CEMCS, que ha actuado como secretario del jurado, José Gabriel Vera Beorlegui.
Nico Montero lleva 24 años regalando su música cristiana a ambos lados del charco y sembrando el mundo con un mensaje de esperanza y optimismo asociado a una importantísima labor social que es lo que ha reconocido la Conferencia Episcopal.
Y como no podía ser de otra manera el cantautor onubense agradeció su premio haciendo lo que mejor sabe, emocionar con su voz y sus letras. Nico se arrancó a cantar, rompiendo todos losa protocolos.
Once discos, más de mil conciertos, cuatro musicales, millón y medio de visitas en su web -que solo tiene dos años- y medio millón de discos descargados, son solo algunas de las cifras que avalan la trayectoria musical no lucrativa de este profesor de Filosofía, ahora director de un instituto público de Cádiz, que hace poco recogió en Zaragoza el disco de oro por más de 60.000 copias vendidas de sus álbumes.