La plaza Niña de la capital acoge el belén viviente del colegio María Inmaculada

Miguel Ángel Velasco. Cercana las horas de la alborada se afanaban los padres y profesores del colegio María Inmaculada en adornar y caracterizar en su totalidad la plaza Niña de la capital. La huída de Egipto, los recodos de los pastores, el Nacimiento con su pesebre, el caminar desértico de los Reyes magos, la Puerta de Herodes con sus soldados haciendo la guardia pertinente son, entre otros, los diferentes pasajes con los que cuentan el recorrido cronológico del hecho. Alumnos de todas las edades, desde los más pequeños de las aulas hasta los mayores, dan vida a personajes tan

variopintos como romanos, señoritas de la corte de la Faraona, pastores o las insustituibles imágenes de la Virgen María y de San José, acompañados en el pesebre, donde descansan el buey y la mula, por el niño Dios. Los pastores alrededor de la lumbre, descansan en grupos sobre las piedras mientras calientan el puchero y, cerca de ello, los guardias de la centuria romana hacen guardia ante el palacio de Herodes. Todos los pasajes, en fin del Nuevo Testamento, recogidos magistralmente por estos jóvenes intérpretes y fabulosamente caracterizados por el citado

grupo de profesores y padres de alumnos del centro.

Estas funciones se desarrollarán los día 16 y 17 de diciembre en horario escolar de mañana y tarde y cuenta, además de todo lo expuesto, con puestos de venta de sabrosos dulces de navidad elaborados magistralmente por las madres y padres de los alumnos. Desde primera hora de la mañana, tal y como está previsto, todos y cada uno de los colegios de la ciudad han empezado a girar visita al divertido y completo Belén Viviente llenando la referida plaza Niña en una auténtica fiesta de luz, gente y color.