José Luis Rúa / Ayamonte. Por segundo año consecutivo, los miembros del taller de pintura ‘La Escalera’ de Ayamonte, sacaron a la luz una nueva edición del curso de dibujo y pintura con modelos profesionales. Una experiencia que en el año anterior fue ya todo un éxito y que en esta ocasión ha superado las previsiones.
El curso ha sido impartido por los profesores Pablo Lanuza y Quino González, ambos licenciados en bellas artes y viejos conocidos de los amantes a la pintura en Ayamonte, puesto que sus exposiciones suelen verse en la Galería Passage. Y no solo nuestra ciudad alberga especialmente muestras de Pablo, sino que Villa Real de San Antonio, Sevilla o Mairena del Aljarafe son testigos de su trabajo. Para esta ocasión, han preferido el trabajo en equipo para facilitar la comprensión y ayudar a resolver dudas en los participantes.
En esta edición las clases se han impartido en la Ermita de San Sebastián, lo que le ha dado un valor añadido al curso, que rápidamente ha sido muy comentado por todos. El entorno, su plasticidad y esa atmosfera de silencio y trabajo han permitido a los asistentes realizar auténticas obras de arte, recibiendo las felicitaciones tanto de los profesores como de los visitantes que se han acercado hasta el aula magna improvisada en tan especial recinto.
Las clases han sido teórico prácticas, dado que tanto Pablo como Quino han esbozando la mejor manera de trabajar con modelos a través de las diversas técnicas del lápiz, la sanguina, el carboncillo, pastel y oleo. Con la observación del natural de dos modelos masculino y femenino, Esteban y Rasedo, que nuevamente han sorprendido por los magníficos posados y que han reforzado la interpretación al papel de la percepción que cada uno de los alumnos ha tenido. Algunos de ellos sin experiencia en este tipo de trabajo y otros con la carga experimental de la talla de Ángel Guerrero D´Esury, Juan Galán, Fátima Concepción o Rita Martínez, amén de las componentes del taller de pintura “ El Rellano” y el propio taller convocante del curso.
Destacar que en esta ocasión no solamente se ha contado con alumnos de la ciudad sino también del vecino Portugal, Alemania, Sevilla o la Puebla de Guzmán. Las respuestas han sido variadas y emotivas, quedando plasmado tanto en el soporte como en propia expresión.
Esta actividad que se puede calificar de enormemente exitosa, se va a mantener dada su aceptación, y dado que abre nuevos caminos que permiten a los amantes de la pintura avanzar en la mejora de sus técnicas y en el conocimiento que les transmiten profesionales, todos ellos enamorados de la misma ciudad que enamoró a Sorolla. Ayamonte y su luz tan especial.
Fotos: José Luis Rúa.