Redacción. El escenario del Felipe Godínez se llenó el pasado sábado de una tierna y mordaz mirada sobre la preadolescencia en un grupo de niños y niños que en los años 50 eran adoctrinados en las escuelas bajo la ideología nacionalcatolicista. Con el nombre de ‘Juegos prohibidos’ nace esta obra del dramaturgo ilicitano Alberto Miralles, llevada a escena por el grupo de Murcia Ugteatro, que tras poco más de una hora de función echó el telón con el público puesto en pie.
En tono de humor la compañía nos acerca a una España de represión guiada por una sola verdad, que empiezan a cuestionar este grupo de jóvenes estudiantes que fueron expulsados y cuestionados por luchar por la justicia. El descubrimiento del sexo, los primeros cigarrillos y más de una sorpresa fruto de su ingenuidad nos trasladan, asegura la propia agrupación ‘a una España de colores grises y con olor a rancio que despierta en la audiencia ternura a la vez que un sabor agridulce’.
El público moguereño volvió a respaldar con su presencia este I Certamen Nacional de Teatro Aficionado ‘Cuidad de Platero’, que presenta el sábado 29 de noviembre la ultima función a concurso titulada ‘8 mujeres’ de Teatro Lagasca de Ávila. Se trata de un montaje en el que se unen la intriga, el suspense y el humor, en un cóctel que bien podría firmar Agatha Christie.
Como colofón a este intenso ciclo de teatro, el domingo 30 será el turno del grupo de tarde de la asociación de mujeres Zenobia del Taller Municipal de Teatro de Moguer que pondrá en escena, a modo de clausura, una adaptación de la popular obra de Federico García Lorca ‘La Casa de Bernarda Alba’.