Redacción. La provincia de Huelva ha dado por concluido el año hidrológico 2013-2014 con 7,17 hectómetros cúbicos de agua más que en el ejercicio anterior (178,5 hectómetros más si se toma como referencia el cierre del curso 2011-2012). Éste es el dato que se desprende del estado que presentaban los embalses de las cuencas del Chanza-Tinto-Odiel-Piedras a fecha de uno de octubre, cuando, en su conjunto, contaban con un volumen almacenado de 840,40 hectómetros cúbicos, el equivalente al 75,9 por ciento de la capacidad total (1.107,92 hectómetros cúbicos).
La situación, por tanto, como ha expresado la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, es tranquilizadora, por un doble motivo, porque, por un lado, “se ha podido satisfacer plenamente la demanda de riego, así como la de consumo humano e industrial”; y, por otro, “contamos con reservas suficientes de recursos para afrontar los próximos años”.
Estos resultados se dan, según ha apuntado la delegada territorial, después de un año en el que se han registrado unas pluviometrías,en general, algo inferiores a las medias del periodo 2001-2002 / 2012-2013, con las excepciones “positivas” de los meses de junio y septiembre, en los que, prácticamente, se duplicaron los registros históricos. En el polo opuesto se encuentra noviembre, que destacó por ser “extremadamente seco”.
Así, la pluviometría media acumulada a lo largo del ejercicio hidrológico 2013-2014 en los embalses del sistema gestionado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en la provincia de Huelva asciende a 3.366 milímetros. Las aportaciones recibidas por el conjunto de las presas del Distrito Hidrográfico Chanza-Tinto-Odiel-Piedras se han situado, por su parte, en los 305,92 hectómetros cúbicos, un valor inferior, pero equiparable a la media anual de los últimos cursos (391,29 hectómetros cúbicos).
Los embalses de mayores dimensiones, el del Andévalo y el del Chanza, abrieron el mes de octubre con 564,84 (frente a los 530,02 de un año antes) y 199,66 (222,13 en 2013) hectómetros cúbicos de agua, unas cifras que los colocaban al 89,4 y al 58,5 por ciento de su capacidad,respectivamente. Bastante menor era la cantidad embalsada en ambas presas al inicio del décimo mes de 2012, cuando el volumen de agua almacenada era de 447,61 hectómetros cúbicos en la presa del Andévalo y de 151,47 en la del Chanza.
Por porcentajes, ha ocupado un papel preponderante el embalse del Jarrama, donde los 33,8 hectómetros cúbicos de agua almacenada (34,04 hectómetros cúbicos en 2013 y 27,41 en 2012) equivalían al 79,3 por ciento de su capacidad total de depósito. Distinta era la realidad de Los Machos, que, con 3,99 hectómetros cúbicos (4,66 y 4,48), estaba en octubre del presente año al 33,3 por ciento (su cota umbral es de 12 hectómetros cúbicos de
agua).
El nivel de llenado de los otros dos embalses de las cuencas del Chanza-Tinto-Odiel-Piedras, mientras tanto, oscilaba entre el 53,1 por ciento de la presa de Corumbel Bajo y el 48 por ciento de la del Piedras.
El volumen de agua embalsada en ambas infraestructuras de la provincia era al cierre del año hidrológico 2013-2014 de 9,56 hectómetros cúbicos (14,39 y 6,41 en los ejercicios 2012-2013 y 2011-2012) en la primera y de 28,55 hectómetros cúbicos (28 y 24,52) en la segunda.
Campaña de riego
Con respecto a la campaña de riego 2013-2014, la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, ha señalado que la autorización de los desembalses precisos para atender las necesidades de abastecimiento a las poblaciones, los usos industriales no energéticos y los riegos se ha concretado en unos máximos de 167,14 hectómetros cúbicos desde el sistema Andévalo-Chanza-Piedras-Los Machos, de 4,74 hectómetros cúbicos desde el de Corumbel Bajo y de 9,35 hectómetros cúbicos desde el del Jarrama.
Con todo ello, González Bayo, ha incidido en que el avance del año ha permitido acabar el año hidrológico con una reserva algo mayor de agua que la existente al inicio del mismo, algo que “nos garantiza mirar al futuro inmediato con optimismo, puesto que no debemos tener problemas para asegurar el abastecimiento de la población, la industria y las zonas regables en las próximas campañas”. Un punto en el que, según ha apostillado, “no obstante, no debemos bajar los brazos, sino que hemos de estar siempre en alerta en lo relativo al ahorro en el consumo de agua y acentuar la apuesta por la gestión responsable y el uso sostenible de un bien limitado como son los recursos hídricos”.