Mari Paz Díaz. Concha Correa creció en una casa donde la música ha estado siempre en sus vidas. Desde pequeña, con su hermana Amparo, comenzó a estudiar en el Conservatorio. Sin embargo, Concha –cuatro años menor- se aburrió en el camino, mientras que Amparo continuó. Eso sí, no se apartó de la música, pues no faltaba en las actuaciones musicales en el colegio ‘Cardenal Spínola’ de Huelva.
Sus inicios se produjeron con 8 o 9 años en el Coro de la Iglesia de San Francisco, si bien, luego le atrajo el mundo de los coros romeros y se integró en el Coro de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Gibraleón, que dirigía Manolo Correa García. Después vino el coro ‘Aromas del Odiel’ de la Hdad. de San José Obrero y Regina de Corrales, que lo llevaba su padre, Manolo Correa Muñoz.
Ya, entonces, su hermana María Amparo había comenzado a impartir clases de flamenco, sobre todo, de fandangos. “Empecé a trabajar a su sombra en los grupos que fueron saliendo. Primero, en la escuela y, después, en la fundación. Desde ‘Niños de Huelva’, Cané o Hermanas Romero. Siempre estaba detrás en los coros y en el compás”, nos comenta la joven, que recuerda cómo durante la enfermedad de su hermana –en junio de 2007- “me hice cargo de los grupos que estaban en aquel momento en rodaje y tras su fallecimiento, en septiembre de ese mismo año, empecé a dar clases y a dirigir su Fundación al iniciarse el nuevo curso. Y así hasta ahora”.
Han sido, por tanto, muchos años continuando la labor de su hermana. Una constancia y un esfuerzo que ahora se han visto reconocidos, puesto que Concha Correa acaba de ser galardonada con el Premio Huelva Joven, en la categoría de Arte. Un premio que concede el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), destacando su labor como profesora y directora de la Fundación Amparo Correa, escuela de arte flamenco, fandangos, danzas y folclore de la provincia de Huelva. Un hecho que ha llenado de alegría a Concha, tal y como nos cuenta en esta entrevista concedida a HBN.
-¿Qué ha supuesto para ti este reconocimiento de Huelva Joven?
-En principio, una alegría, porque no me lo esperaba. Cuando me informaron de la Federación Onubense de Peñas Flamencas ‘El Fandango’ que me iban a proponer para los premios Huelva-Joven les di la gracias y pensé que todo quedaría en el reconocimiento de ellos, pero ha habido algo de suerte y espero disfrutar del premio.
-¿Qué han valorado de tu trayectoria para darte el galardón?
-Pienso que el trabajo efectuado con tantos y tantos alumnos, siempre intentando sacar lo mejor de cada uno y animándoles a estar en este difícil mundo del flamenco.
-El reconocimiento ha sido en la modalidad de Arte.
-Sí, así ha sido. Pienso que el arte es una expresión bastante ambigua y que no todo el mundo lo ve y valora igual. Además, en este capítulo concurrían todas las artes, de ahí su importancia.
-¿Cómo te tientes siendo la continuadora de la Fundación que creó tu hermana Amparo?
-Ahora muy bien. Al principio, rara, pues siempre la había tenido a ella por delante. Y lo que más me gusta es que nadie hace comparativos entre ambas, que para mí es muy importante.
-No cabe duda de que tu hermana ha dejado una profunda huella en Huelva…
-Sí. Cuando lo analizamos en casa, una vez pasado el tiempo, pensamos que es increíble la cantidad de cosas que hizo en tan poco tiempo, teniendo en cuenta que empezamos a contar desde los 18 años –después de los estudios- y se nos fue con 33, con un bagaje amplísimo en lo material y lo espiritual. Ella era así.
-¿En qué punto se encuentra la Fundación? ¿En qué estáis trabajando?
-Para los tiempos que corren, con mucho trabajo. Estamos en una fase de continuidad y de futuro. Ahora trabajamos, además de la enseñanza como materia base, preparando a los alumnos para los diferentes concursos, como el de la Peña Femenina o los premios Colón de la Peña Flamenca de Huelva. Y también montamos las actuaciones en la Peñas Flamencas.
-¿Habéis mantenido la misma línea que en la etapa de tu hermana o habéis introducido cambios?
-La estructura básica es la misma, porque además yo no puedo cambiar el flamenco, pero influye la personalidad de la profesora y ahí es donde puede existir algo de cambio, además de las nuevas tendencias que asoman en el flamenco y que la juventud las demanda.
-Háblanos de algunos de los grupos con los que contáis en la actualidad.
-Casi todos los alumnos empiezan igual, algunos desde cero y otros con algunos conocimientos. Y, según su trabajo y sus facultades, tenemos cantaoras que vamos llevando por las peñas flamencas. También se ha formado un grupo en las clases que se prodiga con frecuencia llamado ‘Cantaeras’, donde se encuentra María Rodríguez, de Moguer, una chica invidente que pasó por el Grupo ‘Niños de Huelva’ y que ahora lo hace solitario, ganando premios como el de la Bienal de Granada en el cante por Granaínas.
-¿Algún proyecto previsto?
-El futuro está en seguir trabajando. También tenemos en mente el sacar un disco sobre el fandango de Huelva con los alumnos de la Fundación.
-¿Por dónde pasa el futuro del flamenco onubense?
-Pasa, como siempre, por la juventud y por las ayudas que puedan venir. Sin ellas es difícil remontar en esta faceta y los resultados se verían, como se están viendo con figuras como Arcángel, Guillermo Cano, Rocío Márquez o Argentina, por nombrar a algunos. No hemos notado que nombraran al Flamenco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
-¿Algún mensaje a los onubenses?
-Que, por favor, luchen por nuestra seña de identidad más genuina, que es el fandango y a su vez al flamenco, mimándolo, ayudándolo y asistiendo a todos los lugares donde este se divulgue.
Además, me gustaría mostrar mi agradecimiento al Instituto Andaluz de la Juventud por dos cosas. Una, por el premio concedido y, la otra, por el apoyo al flamenco Joven con el programa ‘Desencaja’. También, a la Federación de Peñas Flamencas ‘El Fandango’ por proponerme. A todos mis alumnos por estar ahí día a día, porque sin ellos esto no sería posible. Y a mi familia, porque el apoyo familiar es totalmente imprescindible.