P.C.G. Aunque a lo largo de todo el año los fenómenos paranormales, las presencias y los fantasmas suscitan el interés de un buen número de personas, es en estas fechas, en las que se celebra el día de Todos los Santos y se importan tradiciones como Halloween, cuando se despierta la curiosidad por determinados emplazamientos calificados como misteriosos.
Así, algunos se han empeñado en hacer creer que el municipio onubense de Ayamonte es uno de los pueblos encantados más terroríficos de España, citando algunos edificios de la ciudad como los puntos en los que acontecen sucesos fuera de lo común.
Uno de los lugares que se asocian a estas leyendas que se atribuyen a la localidad ayamontina y que quizás sea el germen de las mismas es el Palacio del Marqués de Ayamonte, una casa señorial construida a principios del siglo XVII por el VI marqués de Ayamonte, Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga (1606-1648), quien también hizo construir la Iglesia de San Francisco.
En el día de Todos los Santos HBN ha contactado con el actual propietario del inmueble, el reconocido pintor ayamontino Florencio Aguilera y su familia para averiguar cuánto de verdad hay en esos fenómenos paranormales que algunos atribuyen a este singular edificio que fue una de las casas señoriales más importantes de la época.
La historia del VI Marqués de Ayamonte
En torno a este personaje giran todas las especulaciones sobre apariciones y fenómenos extraños que azotan Ayamonte desde hace algunos años, ya que hay quienes aseguran que existen testimonios de personas que han visto su espectro.
El porqué de estas atribuciones se debe a que en 1640 Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga protagonizó y fue acusado de instigar junto a su primo Gaspar Alonso Pérez de Guzmán ‘El Bueno’, IX Duque de Medina Sidonia, una conjura separatista que apoyaba la secesión de Andalucía y de entregar unos documentos que propiciaron que se abortara la reintegración de la corona portuguesa a España, en uno de los episodios menos conocidos de las revueltas que se produjeron en España contra Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares.
Es decir, se acusaba a los primos de planear una sublevación de Andalucía, para la que tendrían apoyo portugués y de otros nobles andaluces, y cuyo objetivo sería la proclamación de don Gaspar Alonso de Guzmán como rey de Andalucía. Según los denunciantes, se permitiría la entrada de tropas portuguesas por la localidad ayamontina al frente de las cuales se pondría el Marqués de Ayamonte con destino a Sevilla; el Duque de Medina Sidonia esperaría en Sanlúcar la llegada de una flota franco-lusa con la que ocuparían Cádiz; el Marqués de Poza sería el encargado de la toma de Málaga; y, además se presumía que los sublevados contarían con el apoyo de otros grandes señores andaluces, como el poderoso Duque de Arcos, al que se pretendía unir mediante lazos familiares con el matrimonio de sus hijos; también, se denunciaba un pacto del Duque de Medina Sidonia con el reino de Fez para el caso de que fuera necesaria la participación de tropas marroquíes.
Estas acusaciones, de las que fue absuelto Gaspar Alonso de Guzmán, le costaron al Marqués de Ayamonte, quien sí se declaró culpable, la pena de muerte “a cuchillo”. Sin posibilidad de apelación se ejecutó la sentencia y su cabeza fue cortada, según las fuentes que hablan de los fenómenos paranormales y su espectro en el Palacio. La realidad es que su ejecución se produjo en el alcázar de Segovia en diciembre de 1648 por un delito de lesa majestatis, por el que se le había condenado dos años antes.
El Fantasma del VI Marqués de Ayamonte
En este sentido se dice que hay quienes han visto el espectro de un jinete cabalgando por la zona alta del pueblo con una armadura de la Edad Media, que podría ser el fantasma de Frncisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga y también que en el Palacio hay una silueta humana deambulando por los pasillos y estancias del mismo y que se oyen pisadas.
Sin embargo, Florencio Aguilera, que conoce bien este inmueble porque empezó a alquilarlo a principio de los años 70 del siglo pasado y lo fue adquiriendo por partes a partir de los 80, asegura que “es un lugar mágico y encantador, pero no encantado. Mi hija Esperanza estuvo viviendo en él con su marido y el único fantasma que aparecía por allí era yo”, asegura.
“Es cierto que hay mucha gente que nos pregunta porque estos temas despiertan el interés de muchas personas. Este sitio tiene algo especial pero en un sentido agradable. Es un lugar muy ligado a la cultura y con mucha vida. No es una zona muerta, ni lúgubre”, explica Aguilera, quien en una ocasión en entre los años 70 y 80 habló sobre el tema en un programa de Televisión Española. “Entonces se generó un gran revuelo, pero lo cierto es que no hay nada, solo un edificio de gran belleza y con mucho encanto”, reconoce el pintor.
Por su parte, su hija Esperanza Aguilera, afirma que “yo he pasado muchos días y muchas noches en esa casa sola y puedo asegurar que nunca me ha pasado nada extraño. He recorrido los 7.000 metros cuadrados del edificio y no he sufrido ni rastro de esos fenómenos paranormales de los que hablan. Es un edificio histórico precioso y con una historia muy bonita detrás. Por mucho que quieran verlo, no hay nada más”.
El Palacio de Ayamonte
Esta singular casa señorial y bien patrimonial de principios del siglo XVII se encuentra ubicado en la Plaza San Francisco de Ayamonte, muy cerca de la Iglesia de San Francisco. Ambos fueron mandados construir por el VI marqués de Ayamonte, Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga y constituyen los dos edificios más antiguos del municipio Ayamontino.
El palacio llegó a ser una de las casa señoriales con mayor importancia histórica del Condado de Niebla, muy vinculado a la saga familiar de los Guzmanes, cuyo señorío se extendía por buena parte de la provincia de Huelva.
Gran parte del inmueble se restauró en 1789, convirtiéndose este edificio en uno de los centros sociales más importantes de la provincia.
En la actualidad el edificio, cuya fachada mira directamente hacia el río, es íntegramente propiedad de Florencio Aguilera. Allí el pintor ayamontino tiene su estudio, donde asegura “seguir trabajando con la pintura que es mi vicio», preparando «mi penúltima exposición».
Desde que se hiciera con «esta joya», como él mismo la llama, Aguilera ha invertido mucho dinero y esfuerzo en su conservación y en estos años ha acogido eventos culturales como el Festival Internacional de Música Clásica «gracias a que sin haber hecho nada tiene una acústica impresionante», explica Florencio.
Ahora, por su encanto, es el lugar elegido para otros eventos y celebraciones que se realizan en la parte baja del mismo.
1 comentario en «La verdadera historia del VI Marqués de Ayamonte, el Palacio y su fantasma»
Yo he jugado mucho en la plaza San Francisco, conocía a muchos vecinos que eran inquilino de esa zona y nunca he oído nada, vivía familias en el palacio, casas al rededor de todo el edificio, habido una tienda de muebles, tienda de comestible, hasta una carbonería, yo iba a buscar el carbón, jugaba dentro de la jabonería que era un patio de vecinos, trabajadores de mucha variedad de profesión, nunca hoy de si nada.