S. D. Mucho castigo para La Palma, que sumó su tercer partido perdido en casa, en esta ocasión ante un Sevilla C muy eficaz (0-1), que llegó al gol antes de merecerlo, aunque luego bien pudo ampliar su renta.
Era uno de esos partidos marcados en rojo en el calendario. Porque enfrente estaba un rival directo por la permanencia, y que una victoria podía tener efectos terapéuticos ante la caida libre y en picado que protagoniza, y sigue en ello, el cuadro condal.
Dada la importancia de los puntos en litigio se vio un partido nada brillante, con muchos nervios, con imprecisiones, y en el que sacó más rédito el cuadro hsipalense, que fue el único en ver puerta en los noventa minutos.
Fue La Palma quien primero se acercó al portal rival. Aunque era un dominio consentido por el Sevilla C, tanto Ángel como Gómez, llevaron el peligro al portal de Fernando. Aunque puede que la oportunidad más meridiana llevara la firma de Fermín, poco antes de llegarse al descanso, pero su remate de cabeza dio en el lateral de la red.
Con un poco más, lo que le dio Manu Cruzado, La Palma se erigió en dominador claro del choque en la reanudación. De sus botas salieron jugadas intencionadas, pero todas con el denominador común de la falta de tino, un mal endémico esta temporada en las huestes condales. Fofi, además, se sumó a la lista de jugadores con ocasiones, como Marroco y de nuevo Fermín, que otra vez de cabeza, tuvo muy cerca el 1-0.
Pero el fútbol se está portando muy mal con La Palma. Está claro que su mala trayectoria es porque algo estará haciendo mal, o muy mal si se quiere, pero no es menos cierto que en varios de los encuentros en los que salió mal parado, la suerte no le reservó ningún número.
Ante el Sevilla C tampoco. Sin hacer nada del otro mundo tuvo mayor presencia ofensiva que su oponente, pero otra vez fue su oponente el que, a la primera que tuvo, la cazó. Jugada de Javi Falcón y disparo de Ranchera para hacer el 0-1.
Con la situación angustiosa que vive La Palma, ver como sus esfuerzos no sirven de nada, es sinónimo de mazazo. Otra vez. El equipo condal, con corazón, pero escaso de acierto, trató de minimizar esos efectos nocivos del gol de Ranchera, y a duras penas lo pudo conseguir. Aunque con Espada en el campo, algo más de mordiente hubo, la realidad era cruel con los locales, que perdían y encima veían como estaba más cerca el 0-2 que el empate.
Pese a intentarlo, porque nadie puede reprochar nada a los locales, el partido fue muriendo sin prisa y sin pausa, sin que nadie más moviera el marcador. Un marcador que fue de 0-1 que llevaba adherido, porque además el San Roque ganó en Guadalcacín, el farolillo rojo para el equipo condal.
LA PALMA: Ezequiel; Pablo, Marroco, Fofi, Zayas, Jesús Rubio, Fermín (Espada, 75′), Juan Alfaro, Gómez, Ángel y Vargas (Manu Cruzado, desc.).
SEVILLA C: Fernando; Luis, Abel Moreno, Girón, Rafa Álvarez, Bugatto, Javi Falcón (Carrascal, 82′), Raúl Navarro, Lobo (Sillero, 80′), Mena y Ranchera (Giráldez, 75′).
Árbitro: Gallego Jiménez (Málaga). Amonestó a Zayas y a Jesús Rubio, por los locales; y a visitante Luis, por los visitantes.
Gol: 0-1 (60’) Ranchera.
Incidencias: Algo más de medio millar de aficionados se dieron cita en el polideportivo municipal de La Palma.