Redacción. La Asociación Paz y Bien ha recibido la reflexión que han hecho las dos voluntarias del programa de cooperación financiado por la Diputación de Huelva. Ana María González Polanco, trabajadora social, y Blanca Calero García, farmacéutica, han realizado sendas estancias en nuestras instalaciones del Centro de Promoción Social Tuncushá, en Guatemala. Su trabajo ha sido muy positivo y debemos destacar su plena integración en la filosofía de la asociación. En palabras de fray Rafael Pozo, fundador de la entidad, “es muy gratificante ver el compromiso de las personas con este proyecto que se puso en marcha en 2007 en una de las zonas más empobrecidas del país”.
Reproducción del texto:
Todo comenzó a finales de mayo cuando nos dieron la noticia de nuestro destino: QUEZALTEPEQUE (GUATEMALA). En un principio nuestras expectativas eran una completa interrogación y no sabíamos bien qué era lo que nos íbamos a encontrar, hasta que tuvimos el primer contacto con la ONGD Paz y Bien, en la cual el Padre Pozo nos explicó con entusiasmo el funcionamiento de la misma en destino y cuáles serían nuestras funciones. A partir de ese momento, empezamos a llenarnos de ilusión y ganas de comenzar nuestra aventura.
En el transcurso de los preparativos teníamos una mezcla de sensaciones: miedo, ilusión, ganas de trabajar y aprender, así como de absorber al máximo nuestra experiencia y todo lo que el país y su gente nos pudiera ofrecer.
En el mes de septiembre, después de un largo viaje, nos dimos cuenta de que habíamos llegado a nuestro destino con tan solo percibir todo lo que nos rodeaba: olores, formas de hablar, ritmos, clima… La acogida por parte del personal de la asociación fue desde el principio muy satisfactoria, de hecho todas las diferencias que notábamos en el primer instante se desvanecieron e hizo que nos sintiéramos como en casa.
Nuestro trabajo allí consistió en el estudio socioeconómico de las familias de los/as niños/as que residen en el centro, así como apoyo en el consultorio médico, concretamente desde la farmacia. Las instalaciones tanto del centro social como del consultorio nos sorprendieron gratamente, el acondicionamiento de las mismas no solo son buenas, sino que se trabaja en mejorar constantemente y en breve se inaugurarán nuevas zonas para dar más servicios a la población.
Si nos preguntaran con qué nos quedamos de nuestra experiencia en Guatemala, a pesar de la gran belleza del país, de su riqueza gastronómica o su cultura, no dudamos en decir que lo que más nos ha llenado es su gente; desde los trabajadores de la ONGD hasta los niños que allí residen. Estos últimos nos han dado alegrías, nos han transmitido ganas de vivir, fortaleza, ilusión, superación, compañerismo… y cada segundo con ellos era como formar parte de una auténtica familia.
Se superaron con creces todas nuestras expectativas, el mes se fue volando y cuando nos dimos cuenta los lazos creados eran más fuertes de lo que podríamos haber imaginado. De hecho, el pensar en volver y despedirnos fue el momento más difícil de nuestra estancia.
Tenemos que agradecer inmensamente uno por uno a todas las personas que han formado parte de nuestra aventura, empezamos por la Diputación Provincial de Huelva por darnos la oportunidad de llevarla a cabo, gracias a Paz y Bien por el proyecto tan importante y necesario del que nos habéis hecho partícipes, a su fundadora en destino por acercar Guatemala con España, al administrador por ser mucho más que un ‘jefe’, un gran amigo y anfitrión y a cada uno de los trabajadores que forman parte de la organización, para nosotras, nuestra familia guatemalteca.
3 comentarios en «La experiencia de dos voluntarias internacionales de la Asociación ‘Paz y Bien’ en Guatemala»
Me alegro mucho de que haya personas que ayuden a los demás y estoy muy orgulloso de mi sobrina Blanca.
Me parece una labor tan importante y maravillosa la puesta en marcha de iniciativas de programas de ayuda a zonas más desfavorecidas!. Estas dos chicas voluntarias han dado todo de si en su «misión» pero seguro se traen tanto positivo de esas tierras.
Realmente digno de admirar y que siga siendo posible esta colaboración de las administraciones.
Conozco a Ana y era de esperar su entrega, dedicación y trabajo; ya que además de ser una gran profesional, puedo decir qué es una persona muy íntegra y de grandes sentimientos.