Redacción. La actividad vinícola del Moguer de Platero protagonizará durante el mes de octubre el ‘Documento del mes’ del Año Platero. Así, el concejal de Turismo José Antonio Rodríguez ha presidido el acto de presentación del documento que ocupará un lugar de privilegio en la sala de consultas del Archivo Histórico Municipal.
Se trata de diverso material documental relacionado con el Moguer de la época en la que Juan Ramón Jiménez escribió su obra más universal, y concretamente en este caso, destaca entre los objetos expuestos un singular libro copiador de cartas, perteneciente a uno de los mayores empresarios del comercio del vino en el Moguer de finales del XIX y principios del XX, como fue Antonio Jiménez Macías.
El director del Archivo Diego Ropero-Regidor explicó a los asistentes entre los que se encontraba un grupo de alumnos de educación secundaria de los institutos moguereños, el contenido de los documentos expuestos y una semblanza de Jiménez Macías.
Este hombre de negocios mantuvo relaciones comerciales con los principales bodegueros de Moguer y la comarca, así como con las grandes empresas vinícolas de la zona de Cádiz y Jerez, y entre esas empresas locales dedicadas a la producción y comercialización de vinos y licores, se encontraban también las que pertenecían al padre y a los tíos de Juan Ramón Jiménez.
La relación de este Antonio Jiménez con la familia del Nobel se estrecha aún más cuando en 1906, adquiere junto a su socio Cayetano Orta el barco llamado precisamente “San Cayetano”, una nave propiedad del padre de Juan Ramón, Víctor Jiménez, a la que se refiere el poeta en diversos capítulos de Platero y yo.
A través de ese libro copiador de cartas de Antonio Jiménez que se expone este mes en el Archivo, tenemos constancia de las compras y ventas de vinos realizadas por el empresario en las primeras décadas del siglo XX, un período de gran incertidumbre para cosecheros y comerciantes, del que el propio Juan Ramón se hace eco en el capítulo El Río de la elegía andaluza, cuando se refiere al deterioro del viñedo y a la disminución de la actividad en los lagares del pueblo, y por tanto de la actividad económica moguereña, lo que se tradujo según los datos aportados por el archivero municipal, en una notable disminución del censo de población de Moguer, que de 8.455 habitantes en 1900 pasó a 7.565 habitantes en 1910.
Además de los documentos relacionados con Antonio Jiménez, también pueden admirarse estos días en la sala de consulta tres fotografías del Moguer de la época, como son el interior de una bodega del año 1900, una imagen de un barco dedicado al comercio de vinos, y una panorámica del puerto de Moguer sobre el río Tinto en la que pueden admirarse numerosos barcos y una intensa actividad en el antiguo muelle de La Ribera.
Con la presentación de este material expositivo, el Archivo Histórico sigue conmemorando el Año Platero poniendo en valor interesantísimos documentos que se custodian en la institución, relacionados siempre con el Nobel de Literatura y su obra más universal.