Redacción. La misión del comedor Virgen de la Cinta es ofrecer ayuda a las familias normalizadas que están sufriendo una situación difícil y precaria por la crisis y el crecimiento del desempleo. Por eso, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez y María Dolores Noguer Sarasola, presidenta de la asociación benéfica que respalda el comedor Virgen de la Cinta han firmado el convenio de colaboración anual que supone una subvención de 4.800 euros para apoyar a esta institución con 32 años de historia en la capital onubense. De esta forma, el Ayuntamiento de Huelva renueva su compromiso con el único comedor social que existe actualmente en Huelva, es decir la única institución que a día de hoy, dispensa comida elaborada a los más desfavorecidos, “un plato de comida caliente a los que no tienen nada”, ha dicho el alcalde de Huelva.
El comedor Virgen de La Cinta, actualmente da de comer a una media de 180 personas al día, con épocas de repunte como la Navidad o las campañas agrícolas. Como ha señalado Pedro Rodríguez “el alma de la institución” son sus voluntarios colaboradores, unas 60 personas fijas, organizadas en seis grupos de 10, para atender el comedor de lunes a sábado incluido, la mayoría son mujeres, personas mayores, abuelas que dedican su tiempo y esfuerzo a los que menos tienen.
El principal apoyo del comedor Virgen de la Cinta en la actualidad es el Banco de Alimentos Huelva y la firma Mercadona, a ello se suman las donaciones de colegios, instituciones y colectivos que realizan colectas especiales para abastecerles y el Ayuntamiento de Huelva, que como ha señalado María Dolores Noguer Sarasola “es la única administración pública que colabora directamente, y de manera formal, con el comedor Virgen de La Cinta”.
En el comedor Virgen de La Cinta se ofrecen almuerzos todos los días, de lunes a sábado. Además, los sábados se ofrece un litro de leche, pan, algo para rellenar un bocadillo y según las existencias, algún refuerzo para asegurar al menos la comida del domingo. Además, diariamente en el Comedor no sobra nada. Tras repetir cuantas veces quieran, la comida que queda se reparte entre los usuarios para que la lleven a casa.