La bailaora onubense María Canea, del Festival de Las Minas de La Unión al Instituto Cervantes de La India

Mari Paz Díaz.  Hablar de María Vázquez Aguilar, María Canea, es hacerlo de una persona que sigue un camino de constancia y de entrega hacia lo que más le apasiona: el baile flamenco. Un amor que realiza contando con el apoyo de sus padres y amigos, consciente de que no es un ámbito profesional fácil. Sin embargo, la joven lo tiene claro, pues afirma que «no me canso de luchar e intentar salir adelante y evolucionar en este arte tan complejo».

Y es que María comenzó a bailar con tan sólo tres años. Sus padres se dieron cuenta de que ponía mucho entusiasmo cada vez que escuchaba una sevillana o una rumba, por lo que la iniciaron en el mundo del baile. Aquel momento le inició en una serie de experiencias que le marcaron tanto que tuvo claro que quería dedicarse al baile de forma profesional. 

No era extraño. Porque con siete años consiguió quedar finalista en los Premios de Teresa Rabal, para después realizar un Circuito de la mano de la Diputación de Huelva y de las Peñas Flamencas con su propio cuadro. Otro paso importante ocurrió cuando consiguió el Primer Premio de Baile Flamenco de la Fundación de Cristina Heeren. Entonces tenía catorce años. Aquel reconocimiento fue todo un trampolín para su carrera al obtener una beca de estudios que le permitió marcharse a Sevilla durante seis años para aprender con los artistas más reconocidos en su especialidad.

Pero no se quedó sólo ahí. Canea compaginó la beca de la fundación con la carrera de Danza, en la especialidad de Flamenco, en el Conservatorio de Danza ‘Antonio Ruiz Soler’. Tenía claro que formarse era la base para ver cumplidos sus sueños.

Con este bagaje, la trayectoria de María se ha ido conformando con diferentes momentos que han forjado su personalidad gracias a experiencias tan destacadas como su segundo premio en el escenario del Festival de La Unión e, incluso, una experiencia única La India. De todo ello nos habla en esta entrevista.

-¿De dónde te viene la afición al baile?
–Pues la realidad es que en mi casa, mis padres, ni se dedican ni han estudiado este arte. Es verdad que mi hermana baila muy bien, pero no lo ha tomado como un camino para ella, sino más bien como su hobby, así que no hay nadie en mi familia que despunte ni en el baile ni en ninguna de las otras vertientes que se relacionan, como el cante o el toque flamenco.

-¿Cuándo decidiste dedicarte al baile flamenco profesionalmente?
–Al ganar el Premio de la Fundación Cristina Heeren en Huelva. Fue entonces cuando todo mi mundo dio un vuelco y me planteé luchar por esto, que se había convertido en un auténtico sueño para mí. Era una carrera de fondo al tener que marcharme a Sevilla a vivir. Todo era muy complicado, por lo que comprendí que todo mi esfuerzo y el de mis padres merecían mi dedicación. 

-¿Cómo es actuar en La Unión?
-Es una experiencia fantástica. La gente es muy entendida y valora mucho el flamenco. Y tienes la oportunidad de trabajar con muy buenos profesionales.

-Cuéntanos tu aventura en La India. ¿Cómo surgió este viaje?
-Este viaje surgió desde la organización del Festival del Cante de Las Minas, que está realizando certámenes en países extranjeros con mucha afición a este arte para difundirlo. Y uno de esos países es La India. Así que se pusieron en contacto con mi manager para invitarme a realizar la gira con ellos y otros músicos y tuve la oportunidad de actuar allí en representación de dicho festival. Realmente fue toda una experiencia, por su cultura, los sitios donde actuamos, sus gentes…

-¿Qué espectáculo presentasteis?
-Fueron dos proyectos. Uno era la gira, en salas increíbles, como el palacio del rey. Pero también preparamos uno para España, que se presentó en la gala de apertura del Festival de La Unión, donde mezclamos nuestra música con la música rajaztani. Todo ello dirigido por grandes músicos y expertos en el arte, así que el simple hecho de trabajar con ellos fue un magnífico aprendizaje para mi carrera, un privilegio formar parte de esa mezcla de culturas. Yo tenía una parte solista con uno de sus músicos, donde yo hacía percusión con mis pies y taconeos, mientras que él respondía con una especie de palillos, reproduciendo mi sonido anterior. Fue espectacular. 

-¿Cómo reciben los indios el flamenco?
–Ellos aman el flamenco. Recuerdo al príncipe hindú totalmente emocionado. Y en el Instituto Cervantes de Nueva Delhi, la gente se mostró entregada, queriendo más y más. Igual que en La Unión. La noche que lo estrenamos fue un éxito rotundo para todos, para nosotros, los organizadores del certamen y para el público, que disfrutó al máximo.

-Pero La India no es el único país en el que has actuado…
-No. He actuado y realizado giras por diversos países desde que tenía 13 años. He estado en Manchester, Moscú, Italia, Berlín, Francia, Grecia, Marruecos… La verdad es que el baile me ha llevado a sitios mágicos, por lo que estoy muy agradecida de haber estado allí trabajando en lo que es mi vida, el baile.

-¿Crees que se valora en Huelva el baile flamenco?
-Creo que más que valorado, el baile en Huelva no está culturizado. Es difícil de conocer, porque nosotros mismos no nos preocupamos de valorar a los grandes artistas que tenemos en esta tierra. La mayoría de ellos ni los conocemos y nos perdemos la oportunidad de disfrutar con ellos. Pero, a pesar de ello, Huelva es una tierra muy rica en arte, donde hay artistas con un gran nivel, estén reconocidos o no. Para mí es un orgullo de ser de Huelva y trabajar en ella, ya que tengo el placer de tener dos escuelas de baile aquí, una en Moguer, pueblo aficionado y flamenco desde la raíz, y otra en la Peña Flamenca de Huelva. No puedo pedir más. 

-¿Tienes algún proyecto de interés que nos puedas contar?
-Tengo varios proyectos que quiero poner en funcionamiento, pero, por el momento, prefiero no hablar de ellos. Espero poder contároslo pronto. 

-¿Cuál es tu próxima actuación?
-Ahora estamos participando en el Circuito de Peñas Flamencas de Sevilla y cerramos los festivales de verano, como Segovia, para después empezar con las inscripciones de las clases en las peñas.

-¿Algún mensaje a los onubenses para terminar?
-Agradeceros que contéis conmigo, así como a cada persona que me ayuda a seguir día a día con mi carrera, a mis alumnas y mis profesores por enseñarme el camino y hacerme que lo pueda transmitir cada día mejor para poder disfrutar de mi baile. Y, por supuesto, gracias a mis padres, que son mi apoyo incondicional.