S. D. La apoteosis. Un poco más. Carolina Marín dio otro paso más en la historia del bádminton español al acceder a la final del cuadro femenino del Campeonato del Mundo de bádminton, que se está celebrando en Copenhague (Dinamarca). Lo hizo posible tras derrotar en la semifinal a la india Sindhu P. V. en dos sets (21-17 y 21-15), en un partido que duró 48 minutos. Ahora, en la pelea por el oro, la onubense tendrá como rival a la, hasta ahora, inaccesible jugadora china Xuerui Li, que se clasificó para la final derrotando a la japonesa Minatsu Mitani en dos sets: 21-8 y 21-14.
Carolina Marín tenía apenas seis años cuando una jugadora europea invadió por última vez esta especie de espacio territorial asiático como es la final de un Mundial de bádminton. Curiosamente también en Copenhague, una danesa, Camila Martin, se metió en una final generalmente vedada a los europeos, y se apropió del oro. Era 1999. Hasta entonces sólo en el Mundial inaugural en 1977, en Malmoe, las jugadoras europeas habían copado las primeras plazas, lo que da la verdadera dimensión de la gesta de Carolina, que ya ha mejorado incluso los últimos logros europeos de gente con nombre en esto del bádminton, como la alemana Juliane Schenk o la danesa Tine Baun, que fueron bronce en los Mundiales de 2011 y 2010 respectivamente.
Ahora le ha tocado el turno a la onubense, que va a pelear por el oro después de un duro torneo en el que ha dejado atrás a la malaya Jing Yi Tee, la china Yihan Wang, la taiwanesa Tzu Ying Tai y por último a la india Sindhu P. V.
“Puedo, porque pienso que puedo” ha sido la frase que ha movido a Carolina Marín por este Campeonato. Lo volvió a hacer en la semifinal ante una jugadora india que, en la primera manga se vio superada en el inicio ante el pujante y casi perfecto juego de Carolina, que entró al partido muy segura. El 6-2 con el que arrancó explicaba lo que ocurría sobre la pista del Ballerup Super Arena de Copenhague.
Pero la historia de este set, ni mucho menos, iba a acabar ahí. La india Sindhu tenía algo que decir, y lo dijo, endosando un parcial de 0-6 que voltearon el marcador hasta un 6-8 adverso, que obligó a la de Huelva a enmendar la plana. Logró parar la hemorragia y llegar al intervalo con 11-10 a su favor, antesala de lo que iba a ser el conocido torbellino, que ensanchó su renta hasta un claro 18-11. Presagio del triunfo en la manga, que de todos modos aún tuvo que pelear Carolina, que tras ver reducida su renta, con un par de smash rehizo una ventaja sólida en el marcador, suficiente para amarrar el set por 21-17.
El segundo set estuvo marcado por la igualdad, por el equilibrio, por la paciencia que tanto reclamó para sí misma esta chica de La Orden. Mucho en juego, nadie dejaba nada a la improvisación, bádminton de altura, alternancia de golpes ganadores, y de vez en cuando algún error no forzado, tan lógico como admisible.
Hasta el arreón final de Carolina, el marcador fue un columpio. Unas veces arriba la de Huelva, otras la india, que volteó un 5-3 convirtiéndolo en 11-9 a su favor en el intervalo. Sin inmutarse, Carolina sacó a relucir un buen repertorio de golpes, y achicharrando a la india a golpear en su lado izquierdo logró la primer renta sólida del set (16-13), donde sustentó su triunfo. Carolina vio ahí que el partido debía y tener que ser suyo. Apretó, trató de ser un poco más certera, lo consiguió, y llegó a colocarse con un inabordable 20-15, dejando como último punto una obra de arte, en la que aunó velocidad de juego, inteligencia, paciencia, piernas y una muñeca prodigiosa. La final era ya una realidad.
Carolina Marín, ni que decir tiene, con la disputa de la fina ya ha cumplido con creces el ambicioso reto que tenía planteado antes de acudir al Mundial. Era superar los cuartos de final del anterior, y por lo tanto alcanzar una medalla, la primera para el bádminton español en un Mundial. Lo consiguió, aunque a lo largo del torneo también ha dicho que no se conformaba con esa conquista, que quería más. Más significa oro ante Xuerui Li, palabras mayores. Claro que como reza el lema del equipo que le vio salir “el campeón vive en Huelva”, Carolina quiere decir “la campeona es de Huelva”.
2 comentarios en «Carolina Marín roza un cielo de oro con su clasificación para la final del Mundial de bádminton»
Ánimo Carolinaaa. Eres una campeona. Deben de homenajearla a su llegada a Huelva como bien se merece¡¡¡
Lo televisan? A que hora? Buen trabajo campeona! Huelva esta contigo!