Redacción. El paquete de obras previsto por la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales del Ayuntamiento de Huelva de cara al verano está centrado en la eliminación de barreras arquitectónicas. El objetivo es solucionar problemas concretos de accesibilidad en diferentes puntos de la ciudad.
En este sentido, desde principios de agosto se trabaja en la urbanización El Pastor, de la barriada de La Ribera, para la reconstrucción de un amplio acerado, de unos 50 metros cuadrados de superficie. La continua invasión de vehículos ha provocado el grave deterioro de un espacio peatonal, quedando prácticamente inaccesible. Para recuperarlo, ha sido necesaria la demolición completa del acerado y su reconstrucción, con nuevas losas y bordillo de hormigón. Con el fin de evitar que la situación vuelva a repetirse, el Ayuntamiento de Huelva ha protegido el perímetro con pilonas, impidiendo el paso de vehículos.
A continuación, los trabajos se han trasladado a la zona de Pescadería, concretamente a la calle Sevilla, detrás de la gasolinera, en su esquina con la calle Castilla. El objetivo en este caso es acondicionar un espacio terrizo, de unos 60 metros cuadrados, que se utiliza como aparcamiento, provocando la continua rotura del acerado e impidiendo el tránsito peatonal, además de acumulación de residuos y problemas de limpieza. De esta forma, las tareas se centrarán en completar la urbanización del espacio, mediante su pavimentación con losas de hormigón en color salmón, siguiendo la línea y rematando el acerado característico de la zona, para terminar una vez más con la instalación de pilonas que protejan y garanticen un recorrido peatonal sin obstáculos.
La actuación más destacada, sin embargo, se abordará en la última quincena del mes de agosto para renovar completamente los acerados de la calle Luis Braille, en el barrio del Matadero. Se trata de una calle de mucho tránsito, al estar ubicada frente al colegio Funcadia, uniendo de manera transversal la Alameda Sundheim y Miss Whitney que padece un importante problema de accesibilidad por el deterioro de unos acerados muy antiguos. Las obras consisten en su reconstrucción total, renovando una superficie peatonal de más de 300 metros cuadrados, que implica los acerados de ambos lados de la calle, con un ancho superior a los dos metros y en losas combinadas en gris y azul al igual que la Alameda Sundheim. Con la completa renovación se garantiza la eliminación de barreras arquitectónicas, mediante el rebaje de acerados y la señalización táctil para personas con discapacidad visual, que sustituye el tradicional pavimento de punta de diamante, por baldosas táctiles y direccionales y en colores llamativos para guiar no sólo a las personas con discapacidad física, sino también a los invidentes hacia el denominado Itinerario Peatonal Accesible.
Cada una de estas obras de eliminación de barreras arquitectónicas ha explicado el teniente de alcalde de Infraestructura y Servicios Municipales, Felipe Arias, se lleva a cabo en paralelo a los trabajos que está realizando la Comisión de Accesibilidad para elaborar un Plan Municipal de Accesibilidad consensuado, de carácter integral y vivo, para garantizar no sólo en la coyuntura actual, sino en el tiempo, una promoción y gestión de la accesibilidad universal en la capital onubense. El objetivo es poder planificar las actuaciones con criterios de prioridad, normalización y oportunidad, ajustando la realidad a los requerimientos legislativos. En este sentido, Arias ha asegurado que “las actuaciones actualmente en marcha se ajustan a estos objetivos, adelantándose al futuro Plan de Accesibilidad”.
Además, todas las actuaciones se adaptan de manera rigurosa a la exigente nueva normativa estatal y autonómica en materia de accesibilidad. (Orden del Ministerio de Vivienda VIV/561/2010 y Código Técnico de la Edificabilidad 173/2010).