J. L. Rúa. Los componentes del Conservas Concepción de Tenis de Mesa de Ayamonte tuvieron la agradable visita de la gran campeona Gloria Panadero, que aprovechando su estancia en tierras onubenses comenzó la pretemporada con los jugadores ayamontinos.
De esta forma, los entrenamiento de tenis de mesa en Ayamonte han vuelto a dejarse sentir en las instalaciones municipales donde suelen hacerlo a lo largo de la temporada. Las sesiones de condición física, el trabajo de la técnica de esa forma tan mecánica y repetitiva, la búsqueda de soluciones al juego del contrario o la coordinación en el juego de parejas, son algunas de las temáticas básicas en estas jornadas de trabajo. Y lo sorprendente, y al mismo tiempo agradable, fue ver a una de las mejores jugadoras nacionales de tenis de mesa de todos los tiempos, Gloria Panadero, aprovechar su estancia en nuestras playas para desplazarse hasta nuestra ciudad y dar inicio a su trabajo de cara a la pretemporada próxima a comenzar.
Si tenemos en cuenta que su juego es defensivo, ello le obliga a realizar un mayor esfuerzo tanto en calidad como en cantidad de trabajo, por lo que debe iniciar cuanto antes la toma de contacto con la paleta y la nueva pelota, dado que esta temporada se estrena una bola de características distintas y hay que comenzar a tomarle el pulso.
Gloria Panadero, la mujer que ha subido al podio de los Campeonatos de España, en todas las categorías, y que ha defendido la camiseta nacional en infinidad de ocasiones, sigue siendo una de las mejores paletas defensivas. Su palmarés y su trayectoria la llevaron a defender los colores del conjunto madrileño de San Sebastian de los Reyes, pero para la presente temporada ha hecho la maleta y se ha venido a Andalucía, donde competirá.
De momento los ayamontinos han sido testigos de ese dominio del tiempo y el espacio, para adjudicar una trayectoria y un efecto a la bola, que nadie como Gloria es capaz de hacer. Sus sparrings han sido los jugadores del club local y es que a la invitada le gusta enfrentarse a los hombres, por cuanto la obligan a emplearse más a fondo si cabe, buscando una constante mejora en su rendimiento.