Ana Rodríguez. El próximo 2015 cumple sus bodas de plata en una de las emisoras de radio más importantes del país, la Cadena SER. Ella es la periodista onubense Esther Bazán, actual jefa de informativos del fin de semana en la citada emisora y una de las grandes profesionales de la comunicación que, a día de hoy, sigue al pie del cañón, haciendo llegar a los oyentes las historias que deja la actualidad día a día.
Bazán nació en Huelva, donde siempre ha vivido en el barrio de Los Rosales. Estudió en el Colegio de Santa Teresa de Jesús de la capital onubense desde parvulitos hasta 3º de BUP y posteriormente cursó COU en el IES Los Rosales. Luego se fue a Madrid e ingresó en la Complutense para estudiar la carrera de Periodismo, una profesión a la que tenía muy claro que dedicaría su vida, de hecho cuando rellenó la solicitud para la facultad sólo puso Periodismo en las diferentes ciudades en las que, por entonces, podía estudiarse (Madrid, Barcelona y Navarra).
Sus comienzos profesionales también hunden sus raíces en Huelva. Allí, en su segundo año de universitaria, fue pregonera de la Hermandad de Pasión y los responsables de Radio Huelva la ficharon para retransmitir ese mismo año el resto de la Semana Santa y las Fiestas Colombinas.
Cuando cursaba tercero, Bazán se enteró de que la Cadena SER iba a realizar un examen para seleccionar personal y se inscribió. Fueron unas pruebas “difíciles y duras”, según recuerda la periodista, a las que se presentaron muchos profesionales. Sin embargo, fue ella una de las personas que logró aprobar con mejor puntuación y comenzó a trabajar en la emisora. “Yo había puesto Huelva, Sevilla y Cádiz para hacer las prácticas, pero me mandaron a Madrid y allí me quedé”, explica Bazán.
Aquello pasó en 1990, hace ya 24 años. Esa joven que entraba en el mundo de la comunicación incluso antes de terminar sus estudios se ha labrado, con mucho esfuerzo y dedicación, un nombre en las ondas. Sobre su trayectoria nos habla en esta entrevista:
– ¿Siempre ha tenido claro que quería dedicarse al periodismo?
– Sí, siempre. El periodismo es una profesión muy vocacional, como todas aquellas en las que hay personas de por medio. Yo siempre la comparo, salvando las distancias, con la medicina, como una relación médico-paciente. Tenemos algo de doctores respecto a la realidad y cómo tratar las cosas y también algo de maestros, porque tenemos que estar aprendiendo siempre, aprendiendo de las personas y enseñándolas. Todas las profesiones son vocaciones, pero estas tres son de la que más porque implican echar muchas horas, muchos sacrificios y son complicadas por el trabajo y el material, que hay que saber tratarlo. En nuestro caso la actualidad hay que comprenderla, saber transmitirla y hay que tener un don especial para hacerlo.
– Siempre ha trabajado en radio, ¿no es así?
– De todas las ramas de la comunicación la que me gusta es la radio. De pequeña mi padre escuchaba mucho la radio en casa. Recuerdo el ruido del transistor cuando se sintonizaban las emisoras, algunas de Marruecos, que en Huelva se pillaban bien. Para mí la radio es el medio más fresco, directo e inmediato, te traslada a cualquier sitio, necesita menos medios que la televisión y el contacto radiofónico con la gente es más cercano.
– En 1990 hace un examen y entra en Cadena SER. ¿Cómo fueron esos comienzos?
– Los dos últimos años de carrera los compatibilicé con la radio. Empecé trabajando de noche los fines de semana en el informativo matinal y en Hora 14 –entraba a las 3.00 y salía a las 15.00 horas- y también dos días entresemana trabajaba a turno partido. Dormía de día lo que podía y luego me iba a la facultad. Fueron duros los horarios pero aprendí muchísimo. Luego estuve seis años de lunes a viernes en el matinal, de 00.00 a 9.00 horas, con Iñaki Gabilondo, que para mí sigue siendo el gran referente del periodismo.
– ¿Cómo fue trabajar con él?
– Fue lo máximo, y más siendo tan joven. Fue una experiencia única, una oportunidad para aprender y aún sigo aprendiendo todos los días con él, con sus entrevistas, cuando escucho sus comentarios… A Iñaki le corre la radio por las venas, entiende la actualidad y la radio a la perfección. Es una mente privilegiada y no habrá otro como él. Yo me sentaba en la pecera en una esquina, para que no me viera, y observaba cómo hacía seis horas de radio cada día.
– ¿Qué funciones tenía usted entonces?
– Hacía la parte informativa del principio de ‘Hoy por hoy’ y preparábamos el primer informativo, el de las 06.00 y las 07.00 horas.
– También estuvo trabajando codo con codo con Carlos Llamas. ¿Con qué se quedaría de él?
– Sí, con él estuve cinco años haciendo Hora 25. De él me encantaba su ironía, su humor ácido, que luego sabía trasladar a sus editoriales y entrevistas. Era muy elegante diciendo las cosas y le tengo especial cariño. La verdad es que de cada turno siempre he sacado algo bueno y siempre he estado con grandes.
– Tras cerrar esta etapa empieza una nueva en un ámbito ciertamente desconocido para usted…
– Haciendo información de tribunales. Fue un reto espectacular porque de derecho no sabía nada. Fue una oportunidad para aprender y aprendí mucho, mucha lógica, mucha historia de la vida que empieza en un juzgado y acaban en el Supremo o en el Constitucional. Me centraba en los asuntos contencioso-administrativos, de política, me pillaron las ilegalizaciones de la Izquierda Abertzale… hice ‘mucha calle’.
– Hace tres años volvió a los informativos y dirige desde entonces el del fin de semana. ¿Fue una vuelta espera?
– Es donde me siento más a gusto. La edición es poner en marcha todo el informativo y te permite trabajar en equipo, que es una de las grandes oportunidades que te da esta profesión. En el del fin de semana –aunque trabajamos cuatro días, de jueves a domingo- somos entre 10 y 12 personas y hacemos el informativo de la mañana, la tarde y, si no hay fútbol, de la noche. Presentar un informativo es una oportunidad más y siempre estoy creciendo y trabajando con gente que me hacen ver otras realidades y entender otras cosas.
– Al principio de la entrevista comentaba que el periodismo es una profesión sacrificada. ¿A qué ha tenido que renunciar usted?
– No he sacrificado grandes cosas. He compatibilizado la vida personal, familiar y laboral, algo que ocurre en casi todas las profesiones. Lo que me da el periodismo es mucho y no creo que haya dejado de lado nada por mi vida laboral. Mis prioridades están en mi vida personal y el periodismo forma parte de ella.
– ¿Cuál ha sido el evento más difícil del que ha tenido que informar?
– Fue complicado cubrir el 11M, fue muy duro tanto profesional como personalmente. Lo recuerdo y se me ponen los pelos de punta. Había un silencio durísimo en Madrid y, en el plano laboral, no sabíamos a qué nos enfrentábamos en un primer momento. A mí me tocó irme a la zona de hospitales, las primeras horas estuve en el Niño Jesús Infantil y fue terrible todo aquello y lo que rodeó a esos días. Separar lo personal de lo profesional fue muy difícil. En este sentido, recuerdo el programa que hizo Iñaki Gabilondo en directo el 11M y que es para llevarlo a las facultades de Periodismo.
– ¿Qué momento de estos años recuerda con más cariño?
– Cuando me concedieron el Premio Nacional de la Radio en 2011 a la mejor presentadora. Fue muy especial porque no me lo dio un jurado, sino mis compañeros, y fue un momento muy bonito.
– ¿Qué consejo le daría a futuros periodistas?
– Cuando he dado charlas en colegios mayores o universidades siempre digo que hay que ser uno mismo, auténtico. Las fachadas no sirven de nada. En el periodismo hay que ir de frente y es lo más importante, lo demás se aprende, pero si uno es auténtico tiene mucho camino ganado. Por eso me gusta mi equipo, porque son así y me siento bien con ellos, tenemos buen ambiente y nos lo pasamos genial trabajando.
– ¿En qué se palpa en la radio la revolución tecnológica que han experimentado los medios de comunicación en los últimos años?
– La información que damos en antena se traslada a la web y redes sociales en tiempo real. La SER tiene en marcha un proyecto digital importante y con gran implicación de los redactores que creo que puede ayudar todavía más a que la cadena y sus contenidos se vean. Es un añadido al trabajo que hacemos, pero no nos podemos quedar atrás. La radio ahora se escucha de manera diferente, llega a todo el mundo a través de Internet, están los postcast, los streaming, las redes sociales… es un escaparate al que no podemos dar la espalda.
– Habida cuenta de la evolución de los medios de comunicación y de la crisis que los azota ¿cuál cree que es el futuro de la radio?
– En la radio nos estamos adaptando poco a poco a la realidad tecnológica y social y, si seguimos por esas dos vías, seguiremos existiendo. Mientras nos ocupemos de los problemas de la gente y sepamos hacerlos llegar, será suficiente. Es el nuevo reto y los periodistas están preparados para ponerlo en marcha. Hay que seguir aprendiendo y andando.
– Por último, ¿qué es Huelva para usted?
– Huelva es mi refugio, a donde siempre vuelvo, donde paso mis vacaciones en esas playas maravillosas que añoro cuando estoy en Madrid. Hace seis años di el pregón de Semana Santa y puedo decir que siempre estoy en Huelva, aunque sea de corazón.
Muchas gracias Esther
1 comentario en «La onubense Esther Bazán, casi un cuarto de siglo cubriendo la actualidad desde la SER»
Eres muy buena, Esther. No cambies