P.C.G. La tradición de los toros en Huelva ha estado históricamente vinculada a las fiestas de la Cinta del 8 de septiembre y especialmente a la saga familiar onubense de los Litri, la más antigua de España, y a quien la Huelva taurina debe la construcción en 1902 de la actual plaza de toros.
Desde entonces y con motivo de la celebración de las fiestas en honor de la patrona de Huelva se celebraban en La Merced una feria taurina que incluía festejos durante tres o cuatro días y que se sumaba a la actividad habitual de la plaza que acogía un festejo cada domingo.
HBN ha tenido acceso a unas sorprendentes fotografías estereoscópicas inéditas de 1928 que muestran una tarde de toros en el peculiar coso mercedario, que muy probablemente se correspondan con un día de septiembre en plena celebración de la Cinta.
En concreto, estas imágenes nos muestran algunas características propias del festejo de la época de los años 20 que dista bastante de los que se celebran en la actualidad, como los trajes tradicionales o la presencia de una calesa en el paseíllo de los toreros y nos dibujan además la fisonomía de la actual plaza de La Merced, antes de la reforma que se hizo en 1984.
Como se puede observar en estas valiosas imágenes de una plaza repleta, ya en esa época, la de finales de los 20 existía una gran afición al toreo en Huelva promovida especialmente por el primer integrante del clan de los Litri.
Hasta 1902 los espectáculos taurinos se celebraban en la antigua plaza de 1898 ubicada en la actual calle Puerto y otros espacios públicos como la carretera de Gibraleón, que entonces llegaba hasta lo que hoy es la calle San José y donde se ubicaba el real de la feria; la plaza de San Pedro o la de Las Monjas.
Normalmente tenían lugar en plazas desmontables de madera, y siempre con motivo, como se ha mencionado antes de las fiestas patronales o eventos destacados de los señores de la villa, los Medina Sidonia, quienes gozaban de la fiesta desde lugares privilegiados, como los balcones del palacio y del llamado Arco de la Estrella.
Fue la figura del primero de la saga familiar de los Litri, Miguel Báez Quintero, la que consolidó la afición taurina onubense que tuvo lugar a finales del siglo XIX y principios del XX y provocó que desde 1896 se trabajara en la construcción de La Merced, que se erigió en la primera plaza de fábrica de la capital onubense.
Actualmente es un original edificio regionalista con toques posmodernos de gran valor arquitectónico. De acuerdo con la arqueóloga municipal Rocío Rodríguez: «la original combinación del estilo regionalista de principios del siglo XX con el estilo posmoderno de la restauración y ampliación que se hizo en los años ochenta -todas esas formas geométricas y juegos de volúmenes-, es lo que le da personalidad propia y valor arquitectónico a nuestro coso taurino».
Toros en Colombinas
Las fiestas taurinos durante las Fiestas Colombinas son relativamente recientes y es difícil concretar cuál fue el primer festejo vinculado a las fiestas conmemorativas del Descubrimiento.
No obstante, se tiene constancia de que el 3 de agosto de 1928 se celebró una novillada con toros de López Plata que según la prensa de la época, en concreto la edición de la mañana del 4 de agosto del ABC de Madrid, resultaron bastante mansos. Según recoge la pequeña crónica, que no especifica en qué plaza tuvo lugar, en ese festejo hubo lleno y acudió el vicealmirante Sanchís.
En aquella novillada participaron tres novilleros de Huelva: Juan García Palmeño, Pedro Carreño Martínez (1908-1930) y Diego Gómez León (Laine 1910-1962), tres novilleros de Huelva que en aquella tarde sufrieron para lidiar con los toros de López Plata.
Resulta curioso que en las ferias taurinas de este año 2014, en el festejo de rejones tomarán parte ejemplares de la ganadería Hermanos San Pedro, descendiente de esa que perteneció a Antonio López Plata y que se celebró hace ahora 86 años.
