Sapiensity/@Sapiensity. Este nuevo escenario de aprendizaje, interacción y de valor se aleja del estático, preestablecido e indiscutible “de toda la vida”. Esta deriva es fruto del fracaso del que las instituciones educativas han venido haciendo gala en los últimos lustros. Lejos de querer adaptarse a los modelos, las tendencias y las necesidades de nuevas generaciones de estudiantes y ciudadanos que se relacionan en un mundo global, han preferido anquilosarse en un formato que se antoja anacrónico, por mucho esfuerzo que algunas instituciones presten a parchear lanzando mensajes vacíos, implementando acciones esporádicas y sin ninguna integración en plan estratégico alguno.
Con su propia dinámica y de forma imparable, nos encontramos que los nuevos ecosistemas educativos rizomáticos se apoyan en el concepto filosófico del rizoma y de su modelo descriptivo en el que “ cualquier predicado afirmado de un elemento puede incidir en la concepción de otros elementos de la estructura, sin importar su posición recíproca. El rizoma carece, por lo tanto, de centro, un rasgo que lo ha hecho de particular interés en la filosofía de la ciencia y de la sociedad, la semiótica y la teoría de la comunicación contemporáneas.
Estos ecosistemas “auto-organizados” permiten que el aprendizaje se conforme como un Flujo de Conocimientos Compartidos con significados conjuntamente construidos. Los espacios colaborativos, en toda su amplia manifestación tecnológica, social y cultural, son muestras inequívocas de esta necesidad del ser humano del siglo XXI.
Todos somos conocedores de la abundancia “casi infinita” en el que nos relacionamos hoy en día a la hora de ejercer nuestras profesiones, incluido el estudiante. Nos topamos con recursos de aprendizaje personalizados, donde las oportunidades para el conocimiento son infinitas. Los estudiantes disponen en la actualidad de más y nuevas capacidades para adentrase en los flujos de aprendizaje continuo.
Los dispositivos móviles, la Cloud, el Big data, la analítica de aprendizajes, el Open Knowledgement , las nuevas herramientas de aprendizaje social y el desarrollo de competencias transversales son indicadores referencias de este nuevo enfoque educacional que ha sobrevenido. Efectivamente, todo está re-enfocándose.
La web 2.0 generó usuarios que se convirtieron en prosumidores de contenido y ésto está conformando el nuevo dimensionamiento de la web 3.0. La sociedad TIC crece de forma imparable a nivel global y ello está generando un nuevo concepto: la sociedad TAPEC (tecnológica de aprendizaje, participación, empoderamiento y creatividad).
Podemos hablar, entonces, dado el dimensionamiento y el potencial de las herramientas tecnológicas, de Educadores 3.0 y Conectores Colaborativos. Esta nueva acepción del usuario alude a la capacidad de ejercer de canales de comunicación humanos, donde éste diseña sus propios productos para un consumo colectivo.
Es evidente que esta tendencia de producir y consumir, se debe al contexto digital en que vivimos, donde el desarrollo de la tecnología, aplicada a las redes de comunicación, permite tener mayor acceso a cualquier tipo de información, sin que las barreras geográficas sean un impedimento.
No es un término nuevo sino una expresión que se convertirá en la norma durante los próximos años; ya está siendo utilizada por compañías como Sony, para describir a usuarios de cámaras de vídeo que crean sus propios documentales con el fin de compartirlos
Otro de los cambios radicales vinculados a lo colaborativo tiene que ver con la economía colaborativa: se comparte coche, comida, casa, comida, guías turísticos, la publicidad, etc ….. Todo se comparte.
La gente valora más que nunca la experiencia social (genera confianza entre personas y ésto ciudadanos más independientes) y la estrategia P2P – peer to peer – (sociedad de redes de personas) está imponiéndose al B2C.
“Se está cambiando de la propiedad al acceso”. Ahora el centro no es la persona sino la comunidad y se hace una apuesta por las acciones off-line y se está fortaleciendo el papel del “community garden”.
Este fenómeno es brutal porque se basa en lo accesible, lo cómodo, lo práctico, lo eficiente y porque está resolviendo necesidades reales.
Los nuevos líderes educativos están apostando por construir una nueva infraestructura cívica para accionar objetivos comunes y compartidos. Este “impacto colectivo” es una tendencia en todas las redes de aprendizaje hiperconectado.
Vivir y trabajar en una cultura de aprendizaje colectiva viene a conformarse en una poderosa tendencia que redunda en la proliferación de organismos redárquicos*.
La redarquía es un modelo organizativo emergente característico de las nuevas redes abiertas de colaboración -muy especialmente laWeb 2.0- y está basado en las interacciones que múltiples agentes mantienen entre sí cuando comparten su talento y su conocimiento de forma abierta y transparente, en relaciones de igual a igual. Frente al tradicional modelo organizativo jerárquico, en el que las órdenes son impuestas y discurren exclusivamente de arriba abajo, la redarquía es un orden que funciona de abajo arriba: las decisiones y las soluciones emergen de forma natural como destilación espontánea de la inteligencia colectiva.
Cada día, más y más educadores innovadores están recibiendo peticiones de amistad en Facebook, estableciendo nuevos vínculos profesionales en LinkedIn,compartiendo nuevos posicionamientos en los blogs y publicando fotos digitales de sus experiencias tecno-educativas en Pinterst y Flickr.
Esto es sólo la punta del iceberg de conexiones que forman parte de una revolución socio-educativa que estalla en a creatividad, el pensamiento lateral divergente y el desarrollo de ideas transformadoras, que no evolutivas. Estas nuevas prácticas nos permiten redefinir los procedimientos comunicativos al sostener nuevas relaciones con los demás, tanto en lo personal como en lo profesional y socio-cultural.
Las nuevas iniciativas en el impacto a nivel colectivo. Los nuevos educadores del milenio necesitan llevar a la práctica nuevas conexiones profundas sobre sus conocimientos, habilidades y experiencias profesionales para penetrar el interior de los corazones de sus comunidades.
En la actualidad podemos apreciar cómo los organismos educativos emergentes han adoptado una perspectiva ecosistémica como una forma de fluir con -en lugar de resistirse a- el caos global y la incertidumbre de la era.
Utilizan tecnologías sociales convergentes para involucrar y colaborar a través de los sectores privados, públicos y orgánicos con el fin de promover la sostenibilidad, abaratar costos y aumentar el valor de la creatividad al incrementar los niveles de consumo colectivos.
El líder educativo del milenio es capaz de crear nuevos ecosistemas de aprendizaje en donde las ideas y conceptos de diversas estructuras, culturas, sistemas de creencias y disciplinas chocan, provocando en última instancia, una explosión de ideas que llevaría a extraordinarias innovaciones nunca antes imaginadas.